Solemnidad de Pentecostés
Hechos 2, 1-11; Salmo 103; 1Cor 12, 3b-7.12-13; Juan 15, 26-27; 16,12-15 o Juan 20, 19-23
Evangelio: Juan 15,26-27; 16,12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anu nciará las cosas que van a suceder. Él me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes”.
Primera Lectura: Hechos 2, 1-11
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse. En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos, todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y pros élitos; también hay cretenses y árabes. Y, sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”.
Reflexión
En el evangelio, Jesús anuncia que les va a mandar al Espíritu Santo. ¿Qué otros nombres le llaman al Espíritu Santo? (el Consolador, el Espíritu de la Verdad) ¿Qué dice Jesús que va hacer el Espíritu Santo cuando llegue? (Dar testimonio de Jesús, guiar a los discípulos a la verdad plena, anunciarles las cosas que van a suceder, glorificar a Jesús comunicando todo lo que Jesús le diga.) Diez días después de que Jesús sube al Cielo, los discípulos estaban reunidos en un cuarto, escondidos de los que los perseguían. ¿Qué paso? (Se oyó un gran ruido como de un viento fuerte; aparecieron lenguas de fuego sobre cada uno de ellos; se llenaron del Espíritu Santo y hablaban otros idiomas para que todos en Jerusalén que fueron a ver lo que pasaba entendieran las maravillas de Dios.) Jesús envía el Espíritu Santo que aleja todo miedo y convierte a los discípulos en proclamadores de la Resurrección de Jesús. Nos explican que los dones y talentos de cada uno son distintos, pero todos estamos llamados a servir a Dios. ¿Qué talentos tienes para poner en el servicio de Dios?
Actividad
Hablar de los símbolos del Espíritu Santo. (página abajo) Actuar la 1ra lectura con los niños. Reúnalos en círculo, empiecen a orar. Darle una lengua de fuego para colorear a cada niño y pegar a una cinta. (Ver siguiente página.) Coloquen una en la cabeza de cada niño. Luego oren sobre cada uno pidiéndole al Espíritu Santo ese don. Poner los frutos en una caja para cada niño escoger uno y orar para recibir ese fruto. Hacer actividad en la última página.
Oración
Envíanos tu Espíritu, Señor, que nos trae paz y valentía para afrontar los problemas. Danos los frutos de bondad, generosidad, alegría, paz y paciencia, que lleven a nuestra familia y a nuestro grupo a la armonía para que nos impulsen a servir a todos. Amen.
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