Oración Universal
Oremos, amados hermanos, y pidamos la misericordia del Señor para que, compadecido de su pueblo penitente, escuche nuestras plegarias:
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por quienes lo crucificaban, interceda ante del Padre por los pecadores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo, que experimentó en la cruz el sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo, a nosotros sus siervos, que en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Escucha, Padre, las súplicas de tu Hijo, que, para establecer la alianza nueva y eterna, se hizo obediente hasta la muerte de cruz; haz que, a través de las pruebas de la vida, sepamos participar íntimamente de su pasión y alcanzando la fecundidad del grano que muere, merezcamos ser reunidos, como cosecha buena, en los graneros de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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