ENTRADA
Comenzamos la Cuaresma con un gesto de humildad, con una cruz de ceniza y con una llamada a creer en el Evangelio.
El Señor, a través de su Iglesia, nos invita a caminar y a renovar nuestra alianza y nuestro bautismo.
Primer domingo de cuaresma, primeros pasos hacia el Reino de Dios, pasos de arrepentimiento, conversión y de amor a Dios y a los hermanos.
Hermanos, con gozo y fe celebremos esta Eucaristía escuchando la Palabra de Dios y participando en la mesa del Señor.
Comencemos nuestra celebración con el canto de entrada.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
El libro del Génesis nos narra la alianza de Dios con Noé y el pueblo elegido. Noé escapó del diluvio por su justicia. Y comenzó una historia nueva. El arco iris es la promesa de Dios, es la unión del cielo con la tierra limpia y renovada. Dios nos llama a dejarnos renovar por el agua nueva del amor de Dios.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
MONICIÓN A LA SEUNDA LECTURA
San Pedro nos recuerda a todos los cristianos el origen de nuestra salvación: nuestro bautismo.
La Cuaresma es tiempo bautismal. ¡Qué lejos queda nuestro bautismo! Y sin embargo a esa fuente tenemos que acudir a renovar nuestro nuevo ser, nuestro ser cristiano.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
MONICIÓN AL EVANGELIO
40 días de Jesús en el desierto, 40 días de soledad, 40 días de tentación, 40 días preparándose para comenzar el anuncio del Reino de Dios a los hombres.
Hoy, la Iglesia nos lo anuncia a nosotros, al pueblo del Pilar.
Escuchemos la proclamación del Evangelio.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por la Iglesia para que el anuncio del Reino llegue a todos los corazones y especialmente a los más necesitados de conversión.
Oremos por la comunidad del Pilar para que entremos en el espíritu cuaresmal y seamos generosos en nuestra oración, ayuno y limosna.
Oremos por los gobernantes para que sean compasivos con los más débiles de la sociedad.
Oremos por nuestros enfermos para que unan su sufrimiento al de Cristo.
Oremos por todos los que se preparan para recibir el bautismo al final de la cuaresma para que el Señor les dé la fuerza y la fidelidad para seguirle.
Oremos por todos los difuntos de nuestras familias y (nombres…) para que Dios les concede el descanso y la paz.
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