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1ª Lectura: Isaías 40, 1-5. 9-11 En esta primera lectura, se nos presenta cómo entre los desterrados, mordidos por la desesperanza, irrumpe una buena noticia: es el anuncio gozoso de la liberación. El profeta Isaías anuncia esta Buena Nueva al pueblo de Israel, una palabra de esperanza de parte de Dios mismo, ya que viene a salvar a su pueblo. Son palabras cargadas de gozo y de alegría. Las acogemos. 2ª Lectura: 2ª Pedro 3, 8-14 Según esta reflexión que vamos a escuchar, es inútil establecer un calendario de la historia de la salvación; sólo Dios sabe cuándo y cómo va a acabar la historia humana. De ahí que el apóstol hace, en esta lectura, una llamada a la Esperanza. Nuestra vida apunta al día del Señor que tiene que venir; nuestra mirada se alza hacia el cielo nuevo y la tierra nueva que esperamos. Escuchamos.
En el relato evangélico, se nos presenta a Juan, el Bautista, profeta y hombre austero, que anuncia la venida del Mesías y, a cuantos y a cuantas así lo desean, los bautiza en el Jordán. Eso sí: invita a sus oyentes a convertirse y a preparar los caminos al que viene. El Mesías llevará a plenitud el proyecto de vida de Dios, esperado desde hace siglos. Acogemos este anuncio. | ||||||
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Y como respuesta a la Palabra que Dios nos ha dirigido hoy, presentemos al Señor nuestras necesidades, llenos de confianza. | ||||||
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NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana. (Como el domingo anterior, la corona debe estar situada delante del altar o en sitio bien visible. Una vez sentados todos y todas, en esta ocasión, es una persona adulta de la comunidad quien enciende la segunda de las velas de la Corona, y dice:)
(Esta segunda ofrenda debiera presentarla una de las personas más mayores de la comunidad, con la cual habría que haber hablado previamente a la celebración. Tendría que aclarar este signo, diciendo:)
(Se abre desde el fondo del lugar celebrativo una procesión que muestra diversos carteles con señales de tráfico. Según van llegando al presbiterio, y antes de dejar la señal que porta cada uno, se dice el significado)
(Esta ofrenda la puede hacer un matrimonio o un padre y un hijo o hija, como símbolos de una familia) | ||||||
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(Finalizado el canto, todos se ponen de pie. El Presidente inicia la oración de Acción de Gracias, en la que participan todos y todas, diciendo: «QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN»). | ||||||
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Hermanos, hermanas: estamos terminando esta celebración. Y vamos a volver a nuestras casas, a nuestras familias, a nuestra realidad de todos los días. Que esta segunda semana del Adviento sea un motivo para esforzarnos, para cambiar, y así acoger al otro. De este modo, nos preparemos para acoger al Mesías. ¡Feliz caminar en el Adviento, hacia el ENCUENTRO con aquél que puede llenar nuestras vidas! | ||||||
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“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Continuamos en el CAMINO del Adviento, que iniciamos el domingo pasado: es un disponernos a preparar los caminos del Señor. Nuestro objetivo es RECONOCERLE como SALVADOR: sólo Él puede ser nuestra salvación y nuestra esperanza. También para nuestro mundo. ¡Dichoso y dichosa |
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