Inicial.
Nos encontramos reunimos para celebrar la Eucaristía en este 3º domingo de Adviento, sintiendo ya muy cerca la Navidad, la llegada del Dios-Niño.
La característica de este domingo es la “alegría”, y las lecturas nos invitan a vivir con actitud de gozo y alegría, porque llega nuestro libertador, el que es la Buena Noticia para todos los hombres, especialmente para los que sufren, los que están tristes o no tienen libertad. También estamos llamados los cristianos, como Juan, a ser testigos de la luz.
Encendemos el tercer cirio de la Corona de Adviento, que va iluminando nuestro camino hacia la Navidad.
Primera Lectura.
Escuchamos al profeta Isaías, que nos narra cómo Dios le ha enviado a dar la Buena Noticia a los hombres, especialmente a los que sufren, a los tristes y oprimidos, y a llenarlos de gozo y esperanza.
Segunda Lectura.
San Pablo nos anima a estar siempre alegres, a ser constantes en la oración y ser agradecidos con el Señor.
Evangelio.
Juan viene como precursor, y va a cumplir con humildad su misión: ser testimonio de la Luz, que es Cristo. También la Iglesia y los cristianos, estamos llamados a dar testimonio de la Luz y a no apagarla con nuestras actitudes negativas.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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