Entrada: Con las lámparas encendidas y el corazón en vela hemos venido a este banquete, ansiosos de alimentarnos de la Palabra y del Sacramento. Dejemos que la Eucaristía sea una hoy una celebración de la comunidad de fe y que juntos podamos seguir en la búsqueda de la verdadera sabiduría. Participemos activamente.
Lecturas: Abramos nuestro espíritu para que la Palabra sea nuestro juez y nos lance a la conversión verdadera para saber esperar al Señor. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Finalizando este año litúrgico y junto al pan y al vino, presentemos al Señor todo nuestro trabajo apostólico y nuestro deseo sincero de conversión.
Comunión: Comulgar con el Cuerpo y la Sangre del Señor es el aceite que mantiene encendida nuestras lámparas, acerquémonos con profunda fe y devoción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario