Monición de entrada
Hermanos: el domingo próximo celebraremos la fiesta de Cristo Rey. Con ella se cierra el año eclesiástico. Estamos hoy, por lo tanto, en la recta final del año y las lecturas bíblicas seleccionadas para este domingo orientan nuestra mirada y pensamiento a Dios, meta de nuestro camino y encuentro con nuestra felicidad.
Nos preparamos para celebrar con alegría y fe la Liturgia de este trigésimo tercer domingo del Tiempo Ordinario. De pie, cantamos.
Moniciones a las lecturas
Opción 1: Monición única para todas las lecturas
La Palabra de Dios hoy nos manda a permanecer vigilantes, como lo dirá San Pablo, para que la Venida de Cristo no nos sorprenda. Mientras esperamos debemos trabajar, como la mujer de la primera lectura, para hacer producir los talentos que nos presenta el evangelio de hoy. Con atención escuchemos esta Palabra.
Opción 2: Moniciones para cada lectura
Primera lectura (Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31)
Simbolizando al hombre sensato que sabe utilizar los dones recibidos, el libro de los proverbios ensalza la figura de la mujer trabajadora.
Salmo responsorial (Salmo 127)
También el salmo 127 nos habla de una mujer, su trabajo y su valor en la familia. Unámonos al salmista respondiendo:
Segunda lectura (1 Tesalonicenses 5, 1-6)
Respondiendo a una inquietud de sus cristianos, Pablo nos recuerda que el Resucitado vendrá de nuevo para asociar a su triunfo a todos los que le hayan esperado, vivos o ya muertos.
Evangelio (Mateo 22, 34-40)
Como el domingo pasado con la parábola de las muchachas que debían estar preparadas para cuando llegara el novio, hoy Jesús nos enseña una lección parecida con la de los empleados que deben rendir cuentas de su actuación cuando vuelva el amo de su viaje. Preparémonos cantando el aleluya.
Oración de los fieles
Responderemos a cada petición: "Recuérdanos, Señor, tu gloriosa venida."
- Para que en tu Iglesia todos permanezcamos atentos y vigilantes, poniendo a producir los talentos recibidos. Oremos.
- Para que los gobiernos de los pueblos sean más justos y se preocupen privilegiadamente de los más pobres. Oremos.
- Para que entre los cristianos haya siempre una preocupación por atender a los que sufren. Oremos..
- Para que en todos nosotros haya una urgencia por vivir en serio el Evangelio y trabajar por el Reino de los Cielos, Oremos
Presentación de las Ofrendas
Presentemos, hermanos, nuestros dones. Celebremos como cada domingo, la Eucaristía, porque ello nos ayuda a estar atentos y vigilantes en el tiempo de la espera de la Venida Gloriosa del Señor.
Comunión
El Cuerpo glorioso del Señor Jesús, que comemos cada domingo, nos dispone para salir a su encuentro cuando él llegue en su segunda venida. Acerquémonos con devoción a recibirle. Cantemos todos...
Final
Vamos ahora al mundo a testimoniar con nuestra vida, viviendo como quienes están seguros y anhelantes de la Venida gloriosa y definitiva de nuestro Señor Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario