Monición de entrada
Como una sola familia nos reunimos nuevamente en la casa de Dios para celebrar la Cena del Señor.
Estamos ya en el vigésimo quinto domingo dentro del Tiempo Ordinario, y la liturgia nos trae una parábola digna de profunda meditación sobre las tarifas que Dios tiene para premiar nuestro trabajo en su viña. Nuestros planes no son los suyos.
Comencemos disponiendo todo nuestro ser para celebrar este banquete con Jesús. De pie, cantamos...
Moniciones a las lecturas
Opción 1: Monición única para todas las lecturas
Las lecturas de este domingo nos traen un mensaje bastante desconcertante porque es grande la distancia entre los proyectos de Dios y los nuestros, como dice Isaías. Y tal como sugiere el evangelio, en todo momento el Señor sobrepasa hasta el infinito nuestras mezquinas expectativas. Hoy nos llama a trabajar por su reino, a todos, sin importar la etapa de nuestra vida. Escuchemos atentos.
Opción 2: Moniciones para cada lectura
Primera lectura (Isaías 55, 6-9)
Escucharemos un pasaje de la segunda parte del libro de Isaías con un mensaje optimista. El profeta quiere que nos convirtamos a Dios, al que describe como siempre fiel a su alianza y "rico en perdón", e invita a que todos rehagan su propio camino, si se han desviado.
Salmo responsorial (Salmo 144)
La misericordia de Dios es manifestada por el salmo 144, al que nos uniremos respondiendo.
Segunda lectura (Filipenses 1, 20c-24. 27a)
Comenzamos hoy la lectura de la carta a los Filipenses. Hoy nos presenta a San Pablo dividido por dos pasiones: su deseo de estar con Cristo, su vida, y la urgencia de estar con sus cristianos, la razón de su apostolado.
Evangelio (Mateo 20, 1-16)
Mediante una parábola desconcertante, porque los caminos de Dios no son nuestros caminos, Jesús quiere hoy mostrarnos el retrato de un Dios que es bondad y misericordia. Preparémonos a la escucha de esta palabra, cantando el aleluya...
Oración de los fieles
- Para que nuestra Santa Madre Iglesia siga acogiendo y evangelizando a niños, jóvenes y adultos por todo el mundo. Oremos.
- Para que las leyes que rigen a nuestros pueblos se basen siempre en la justicia y nuestros gobiernos se rijan por la justicia de Dios. Oremos.
- Para que las riquezas se distribuyan de manera tan justa como para ayudar a los más necesitados. Oremos.
- Para que nosotros, reunidos en torno al alatar de Dios, llevemos a la práctica la Palabra que hoy se nos ha proclamado. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Con las ofrendas de pan y vino, llevemos al altar nuestros deseos de vivir con un corazón abierto a la salvación que Jesús nos ofrece a cada instante.
Comunión
Jesús es el Pan de Vida que ahora se nos da en la Santa Comunión. Acerquémonos a recibirle cantando...
Final
Ahora vamos al mundo que nos rodea, donde no siempre es fácil ser testimonio. Pero con la fortaleza que hemos recibido en esta Santa Misa y con la oración personal diaria, lo conseguiremos y vendremos gozosos el siguiente domingo a reunirnos nuevamente como familia cristiana.
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