—BIENVENIDA:
Nos encontramos, este domingo, "Día del Señor, reunidos en su nombre, para la celebración de la Eucaristía y la proclamación del misterio pascual de Cristo hasta que Él venga de nuevo. Por medio de ella entramos en el dinamismo del amor sin condiciones
—LITURGIA DE LA PALABRA:
1ª. LECTURA: (Jer 20, 10-13)
Ya en el Antiguo Testamento vemos cómo la presencia del Señor protege de manera especial a su pueblo, a pesar de los enemigos que lo rodean.
SALMO RESP.: (68, 8-10. 14. 17. 33-35)
R. Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor.
2ª. LECTURA: (Rm 5, 12-15)
Pablo nos expresa cómo la gracia de Dios supera totalmente el pecado, siendo su Hijo el que restaura la vida.
EVANGELIO: (Mt 10, 26-33)
Hoy Jesús, en el Evangelio, es claro y terminante: confiando en la providencia de Dios debemos manifestar, sin temor, nuestra fe a todos los hombres y en todas las circunstancias de nuestra vida.
HOMILÍA
—ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Porque podemos fiarnos de Dios, pongamos ahora todo aquello que deseamos, todo lo que es importante para nosotros, en manos del Padre que nos ama y nunca nos abandona. Por esto con fe, oremos.
GUÍA: A cada una de las intenciones responderemos orando:
"SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE"
—Porque queremos que la Santa Iglesia y el Papa Francisco sean el permanente testimonio que nos mueva a manifestar nuestra fe con coraje y confianza, pedimos...
—Para que junto a nuestros obispos y nuestros sacerdotes nuestra fe se revista de valor, se fíe de la Providencia y aprenda a alabarla y pedirle la fuerza que nos haga perseverar en nuestro camino, pedimos...
—Porque queremos que todos los habitantes de nuestra patria busquemos por sobre todo, el Reino de Dios, para que así Él vuelva a ser el fundamento de nuestra vida y de nuestra moral, pedimos...
—Para que todos los que formamos esta comunidad, seamos capaces de vivir y manifestar nuestra fe, apoyados únicamente en Dios, y en la certeza que el sufrimiento y la pérdida de bienes materiales por esa causa, pueden darnos la alegría de ganar los bienes eternos, pedimos...
CELEBRANTE:
Padre bueno, acepta lo que te hemos pedido y concédenos que tu Espíritu nos de la fortaleza, la valentía y la confianza, para proclamar a todos los hombres la Buena Noticia de la salvación. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Porque queremos convertirnos en proclamadores de nuestra fe, con nuestras palabras y nuestras obras, ahora ponemos sobre el altar nuestro deseo, para que el Padre lo convierta en realidad.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Elevemos todos juntos, nuestra acción de gracias al Padre, que nos dio a Cristo y junto con Él, la certeza de su presencia en nuestro camino hacia la venida definitiva del Cielo.
—COMUNIÓN:
Hoy Jesús nos dijo: "Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo", y nos llama a entra en comunión con Él, para ser nuestra fuerza en esta manifestación concreta de nuestra fe.
Cantamos...
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
Nos despedimos cantando...
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