MONICIONES (Santísima Trinidad - A)
Inicial.
Celebramos hoy la Solemnidad de la Santísima Trinidad.
Toda nuestra vida está presidida por el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. En su nombre fuimos bautizados, así invocamos al iniciar nuestras oraciones y celebraciones, como acabamos de hacer al iniciar esta Eucaristía, y al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, estamos llamados a dar gloria y alabanza por la bondad inmensa con que somos amados y por el aliento que nos sostiene y empuja. Que nuestra vida tienda a ser una comunidad perfecta de amor, como lo es la Santísima Trinidad.
En este día, la Iglesia celebra también la Jornada “Pro Orantibus”, de oración por los religiosos y religiosas de vida contemplativa, los de clausura. Los tenemos presentes y de una forma especial las que nos quedan tan cerca de la Parroquia y en la Diócesis.
Primera Lectura.
Dios se revela a Moisés como compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad. Por eso, nuestra relación con él ha de ser de confianza agradecida.
Segunda Lectura.
San Pablo nos dice que, Dios que es amor como Padre, gracia como Hijo y comunión como Espíritu, están siempre con nosotros, impulsándonos a vivir en el amor y la paz.
Evangelio.
En Jesús se revela el amor de Dios al mundo. Vino a salvar lo que estaba perdido y a llenarlo todo de vida. Por eso, nuestra respuesta tiene que ser de fe y gratitud.
Puestos de pie, cantamos aleluya.
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