MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos la cena del Señor que celebramos ayer, culmina hoy en la pasión de Cristo, en el sacrificio en la cruz. La cruz es signo de muerte, de sufrimiento y es anticipo de la luz, de resurrección.
Cristo ha muerto. Su vida ha sido aparente fracaso y una victoria final. Para vivir y nuestro morir es decisivo que entendamos hoy la pasión y muerte de Jesucristo. El Viernes Santo fue y es necesario, pues el triunfo de la cruz es el anuncio de su resurrección.
Empezaremos esta celebración postrándonos, arrodillándonos en presencia de Dios. Es momento de tomar conciencia de que necesitamos la Sangre del Cordero que quita el pecado del mundo.
Hoy no celebramos la misa es una celebración: lecturas, oración universal, adoración de la cruz y comunión nos dispondrá para celebrar el memorial de Jesucristo, muerto y resucitado en la Solemne Vigilia pascual
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Isaías 52, 13-53,12)
Escucharemos del Profeta Isaías, el Cuarto Cántico del Siervo de Yavé. Encarna todo el sufrimiento humano, incluido el de la muerte afrentosa, pero en esa figura el dolor se redime y termina en victoria. Escuchemos.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Hebreos 4, 14-16; 5,7-9)
Nosotros tenemos un sumo sacerdote: Jesús, el cual pasó por todas como cualquier mortal. He aquí, pues, la imagen de los ministros del Evangelio. Presten mucha atención a este mensaje del escrito a los Hebreos.
MONICIÓN AL SANTO EVANGELIO (Juan 18, 1-19,42)
Escucharemos ahora el relato de la pasión y muerte de Cristo. Esta lectura suena hoy con más fuerza que nunca. Te invito para que tratemos de penetrar y entender el misterio de Jesús, que camina hacia la cruz y la acepta voluntariamente. Vamos a escuchar atentamente la pasión de Cristo.
ORACIÓN UNIVERSAL
(Antes de la oración universal). Ante la muerte de Cristo no caben particularismos, todo es universal. La cruz de Cristo no ha traído la salvación. Abramos nuestro corazón a una oración universal, para que presentemos las intenciones de la Iglesia y del mundo entero.
(El presidente inicia desde el Misal o el Libro de la Sede la Oración Universal, especial para hoy)
ADORACIÓN DE LA CRUZ
En la cruz, instrumento de muerte, reconocemos la vida; en la cruz, patíbulo de condenados, nosotros vemos la victoria de Cristo. Para nosotros la cruz es nuestro signo de cristianos, signo de victoria. Por eso ahora la veneramos reverentemente. En ella miaremos al que traspasaron.
SAGRADA COMUNIÓN
Nos disponemos para participar de la comunión, esto significa participar en la victoria de Cristo sobre la muerte. También significa seguirlo en el camino del sacrificio y del servicio a los demás. Recibiremos a Cristo que nos ayuda y nos da la fuerza en nuestro caminar hacia el Padre.
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