04 abril 2023

Celebrando la Palabra - Jueves Santo en la Cena del Señor - (6 de abril)

 Material para el Animador de la Palabra.

Jueves Santo en la Cena del Señor. 6 de abril de 2023.

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 1. AMBIENTACIÓN

 

Se puede colocar una de estas frases en lugar bien visible: “El Amor no pasa nunca” o, “Nos amó has el extremo”.

Símbolos:

Mesa con mantel casero, hogaza de pan y una jarra de vino.

Delante de la mesa del altar: Palangana, toalla, jarra con agua y, junto a estos símbolos, colocar una estola y una casulla blancas.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Hermanos y hermanas, Bienvenidos todos a esta celebración que tanto ha arraigado en las comunidades cristinas. Hoy la Iglesia celebra varias cosas: día del amor fraterno, la nueva alianza, del servicio y la entrega, es decir, día de la Caridad tal y como Dios la entiende. Efectivamente, todo lo bueno de la vida se reduce al amor. En el fondo, lo que más vale y cuenta es el amor. Ya podemos hacer todas las maravillas del mundo, si nos falta el amor, nos falta todo. Estamos viviendo un momento de la historia, muy propicio para servir y amar a nuestros semejantes: desplazados por las guerras, situaciones de desempleo, de penuria económica... no perdamos la oportunidad de amar y servir.

Canto

Saludo. Hermanos y hermanas, bendigamos a Dios, que es todo amor.

Acto penitencial

Tú, entregado en cuerpo y sangre: Señor, ten piedad.

Tú, el Servidor de todos: Cristo, ten piedad

TÚ, que nos has amado como nadie, Señor, ten piedad.

Gloria (si es posible se hace repique de campanas durante la proclamación del Gloria)

Oración. Querido Padre, nos has convocado en esta tarde para escuchar tu palabra en asamblea creyente, no podemos celebrar la cena de tu amado Hijo en plenitud, pero, nos unimos junto al pan consagrado, a toda tu Santa Iglesia y te pedimos que nos llenes de tus bendiciones a los que alimentas con tu Palabra y tu Pan partido y repartido, que Jesús nos dejó como alimento. Él, que vive y reina contigo y el Espíritu ahora y por siempre. Amén

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. La primera lectura evoca la tradición de la pascua judía en el Antiguo Testamento, para ellos era una fiesta con un fuerte arraigo religioso y con un profundo sentido liberador.

En la segunda lectura Pablo habla también de una tradición que él quiere difundir con toda fidelidad. Se trata de lo más significativo que Jesús quiso entregar antes de ser apresado.

Todo lo de aquel día estaba lleno de mensaje. Jesús se desbordó en palabras y gestos. Se comunicó con símbolos de servicio, como un pan que se rompe y se raparte o como un vino que se bebe en comunión fraterna.

Lecturas. Ex12,1-8.11-14. Salmo o canto. 1Co 11,23-26. Aclamación. Ju 13,1-15. Breve silencio.

Comentario homilético. Este día, Jueves Santo, encierra mucho significado y desafío, repica en la conciencia y en el corazón. Es día para recordar gestos entrañables y ejemplares de Jesús; pero, sobre todo, para vivirlos en profundidad y sacar consecuencias. Este día rezuma amor divino y humano, entrega abundante de Dios a todos sin distención.

El amor es la fuente de la vida. Por eso Dios es Amor; Por eso Jesús nos deja en testamento: “Amaos como yo os he amado” Este amor total que vive Jesús, amor que no pasa nunca, es el que resaltamos y celebramos hoy. Se trata de un amor novedoso, alternativo a todo lo que hoy se lleva, a lo que se ve en los entresijos sociales. Es el amor sacrificado, gratuito, desprendido de todo interés, volcado por completo a los demás, Solamente se podría comparar al amor de unos padres que lo dan todo por los suyos. Y, aun así, nos quedaremos muy lejos de expresar la profundidad del amor de Dios manifestado en Jesús.

En el Evangelio sobresale una pregunta contundente: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?”. Ahora la podemos ensanchar más: ¿Comprendéis los gestos entrañables de Dios, sus señales, sus detalles? Dios y Jesús, han ido por delante con un ejemplo vivo y comprometedor, con un servicio sincero y humilde. ¿Lo hemos comprendido?

La liturgia familiar, que era aquella cena religiosa y festiva del pueblo judío, Jesús la convierte en una nueva y definitiva comida, una nueva liturgia, una nueva acción de gracias “Yo hago nuevas todas las cosas” nos dice Jesús. De esa novedad que es Cristo, nos nutrimos para ser también nosotros Personas Nuevas.

Jueves Santo, estamos invitados a derrochar el vino nuevo de la amistad, derrochando ternura y humanidad, servicio, generosidad, calor de hogar. Si vivimos así seremos felices y haremos felices a muchos.

No hagamos caso a quienes proponen la felicidad engañosa del egoísmo. Solo el amor alegra la vida. Lo que no se convierte en amor, no vale nada. (silencio de interiorización)

En sustitución del gesto, del lavatorio de los pies, el que anima-preside la celebración lee la siguiente reflexión:

Yo no pienso nunca en términos de muchedumbre en general, sino en personas.
Si pensase en muchedumbres no empezaría nunca.
Lo que importa es la persona.

Es fácil amar a los que viven lejos.
No siempre es fácil amar a quienes viven a nuestro lado.

Es más fácil ofrecer un plato de arroz,
para saciar el hambre de un necesitado,
que confortar la soledad y la angustia de alguien
que no se siente amado dentro del hogar que compartimos.

Cada persona debe ser importante para nosotros.
Para amar a una persona hay que acercarse a ella.
Para mí, cada persona es única en el mundo.

Madre Teresa de Calcuta

Canto

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que sea un signo de fraternidad y de servicio en medio del mundo, roguemos al Señor.

Para que progrese la solidaridad y el compartir los bienes entre los pueblos de la tierra, roguemos al Señor.

Para que donde no lleguen los servicios públicos, llegue nuestra solidaridad y atención cristina y humana, roguemos al Señor

Para que todos los bautizados seamos testigos del amor de Dios y de Jesús, roguemos al Señor.

Para que haya estima mutua y amistad autentica en nuestro pueblo, roguemos al Señor.

Para que nadie se sienta solo a nuestro lado, roguemos al Señor

Para que los jóvenes escuchen la llamada del Señor y respondan con generosidad a la vocación sacerdotal, roguemos al Señor.

Para que aniden en cada uno de nosotros los sentimientos y las actitudes que movían a Jesús, roguemos al Señor

 

 

4. RITO DE COMUNIÓN

 

Monición. La eucaristía es el sacramento por el que Jesús se sigue entregando a lo largo de la historia, el alimento y la alegría de la nueva Alianza. Que la comunión con Jesús nos impulse a vivir en amor, generosidad y servicio.

Canto: Un mandamiento nuevo.

Introducción al Padre nuestro

Señor, Dios nuestro, congregados por ti y unidos en el Amor,
recordamos la historia que contamos a lo largo de los siglos;
la historia de Jesús de Nazaret, el testigo que se atrevió
a llamarte “Abba”, Padre, y nos enseñó a repetir este nombre.

Dios y Padre nuestro, te damos gracias por Jesús
que transformó el rostro de nuestra tierra
revelando el Reino que hemos de alcanzar:
un Reino de libertad, de amor, tu Reino, plenitud de tu creación.

Recordamos, Padre, que por donde pasa Jesús
la gente descubría su humanidad, se llenaba de riqueza
y, con el alma renovada, se entregaba al servicio del prójimo.

Recordamos cómo habló de una oveja descarriada,
de un hijo que se marchó de casa, de los que se extravían
y pierden la libertad, el nombre y el cariño.

Él fue en busca de ellos y los devolvió la dignidad.
Pero esto, tan humano, no gustó a todos, llegó a costarle caro,
porque tanto amor revoluciona demasiado.

Tú, Padre, recogiste el sacrificio de su vida,
lo resucitaste y lo confirmaste en el amor.

Ahora, con Jesús a tu derecha
y con todos los que te admiran,
te decimos a una sola voz: Padre nuestro...

Gesto de la paz. La fe nos urge a poner amor, a comunicarlo y extenderlo. Necesitamos el calor de la amistad, la sonrisa recíproca, el estímulo y la palmada en el hombro invitando a seguir adelante. Es lo que ahora expresamos con este gesto de amor y de paz.

Distribución de la comunión: Canto

Acción de gracias (personal y en profundo silencio)

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Generosidad a fondo perdido.

Traslado del Santísimo al monumento: Canto (cantemos al Amor de los Amores)

Oración ante el monumento

Señor Jesús, dicen que nos amaste hasta el extremo.

Pero, ¿el amor tiene extremos, tiene límites?
¿Se le acaban las fuerzas al amor y ya no puede más?
¿El amor tiene medidas?

Jesús, tú nos has mostrado y demostrado que no.

Tu amor no tiene límites, es redondo, total, inmenso,
como la alianza de los enamorados...
como lo demuestra una madre que se sacrifica a diario,
como lo expresan los verdaderos amigos
que nunca fallan ni se quejan,
como lo significan los mártires con rúbrica de sangre.

Pero tu amor, Jesús, es todavía más grandioso:
tiene la medida del cielo, el sello infinito de Dios,
el signo misericordioso de la redención.

Gracias, Jesús por tu amor sin fin,
por ese amor firme y generoso,
que solo es posible desde Dios.

Jesús, tu amor nos sobrecoge: es un sacramento,
BENDITO Y ALABADO SEAS SEÑOR.

Canto final

No hay despedida, nos vamos cuando queramos, pero favoreciendo y respetando el recogimiento y la oración de los que se quedan en adoración ante el Santísimo.

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