MONICIÓN DE ENTRADA
Recibid nuestra más cordial bienvenida a la Eucaristía del Quinto Domingo de Cuaresma, que es el último antes de la Semana Santa. El evangelista San Juan nos cuenta el relato de la resurrección de Lázaro, en Betania. Jesús de Nazaret llega a Betania, al lado de Jerusalén, aún a sabiendas que sus enemigos le buscan para matarle. No importa. Tiene la misión de resucitar a Lázaro, su amigo. La narración del evangelista Juan nos volverá a impresionar por su belleza… Os decíamos que estamos en el último domingo de Cuaresma. El próximo, como os decíamos, es ya Domingo de Ramos y comenzaremos la Semana Santa, la semana grande de nuestra fe que nos encamina hacia la Cruz y hacia Resurrección. Nos convendría reflexionar a una semana del final de la cuaresma si hemos aprovechado el tiempo y si estamos preparados para vivir con intensidad la Semana Santa… Pero, ahora, con devoción, entrega y mucho gozo iniciemos la Eucaristía.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La primera lectura está sacada del Libro de Ezequiel. El profeta está en el exilio cuando escribe y anuncia la resurrección de los muertos realizada por Dios para su pueblo, como perdón. Y este gesto que narra Ezequiel entronca directamente con el Evangelio de hoy.
S.- Este salmo 129 de uno de los más conocidos de todo el Salterio. Es el famoso “De Profundis”, en su formulación latina. Para los judíos de tiempos de Jesús se le consideraba, por su sencillez, muy profundo y emotivo. El perdón definía el amor de Dios por su pueblo. La Iglesia utiliza este salmo en la liturgia de difuntos y también como salmo penitencial.
2.- San Pablo, en la segunda que es del capitulo octavo de la carta a los Romanos, habla también de Resurrección. Es la de Cristo, por medio del Espíritu, la que nos a salvar. Y así este texto guarda total relación con la primera lectura y con Evangelio.
3.- La escena de Betania constituye uno de los pasajes más hermosos de todo el Evangelio. Juan nos narra la resurrección de Lázaro, personaje prominente de Betania, en cuya casa Jesús descansaba con frecuencia y lo hizo en los días anteriores a la Pasión que ya se acerca, Jesús nos va a mostrar que es resurrección y vida. Y es notable también en este pasaje de san Juan comprobar los sentimientos de dolor de Jesús por la muerte de un amigo. Como no podía ser de otra forma.
MONICIÓN
Otra preciosa oración del sacerdote navarro escrita especialmente para nosotros y para estos momentos finales de la Eucaristía. Escuchemos con atención
TAMBIÉN YO, SEÑOR, QUIERO SALIR
Pero, mientras no llegue ese momento,
guárdame en tu corazón, amigo y Señor,
no olvides que, mientras estuve y caminé en la tierra,
pensé en Ti, di gracias por haberte conocido
cerré los ojos al mundo con el sueño de poder escuchar un día:
¡AMIGO, SAL DE AHÍ!
Haz, Señor, que mientras asoma ese instante de partir
cuando algunos lloren y otros recen por mí
te siga amando con todo mi corazón, fuerza y afecto
Amén.
Exhortación de despedida
Sin duda, la belleza del Evangelio de hoy nos ha impresionado. La emoción del relato le hace inolvidable. Nuestro corazón ya debe irse preparando para las conmemoraciones fuertes y emocionantes de la Semana Santa que comenzaremos el próximo domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario