Domingo, 5 de marzo de 2023
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA (Ciclo A)
- La experiencia del Monte
- Un Rostro Transformado
Saludo (Ver la Segunda Lectura)
Cuando apareció nuestro Salvador Jesucristo, abolió la muerte y proclamó la Buena Noticia de vida e inmortalidad.
Que su gracia y su luz esté siempre con ustedes.
Introducción por el Celebrante (Dos Opciones)
- La Experiencia del Monte TaborHay momentos en la vida de cada uno en que vemos dificultades frente a nosotros, especialmente cuando afrontamos decisiones importantes. Jesús vio enfrente de sí una oposición creciente por parte de los líderes religiosos del pueblo: Ellos le matarían si él prosiguiera su misión. Sin embargo, llevaría a cabo esa tarea, y así subió a la montaña a orar al Padre para pedirle valor. En la visión de la Transfiguración Jesús vio cómo resucitaría de entre los muertos y así su misión acabaría en éxito. --- Nosotros rogamos, con el Señor Resucitado entre nosotros, que veamos también su luz, y con su fuerza tomemos las decisiones justas.
- Un rostro transformadoLa Cuaresma es para nosotros el tiempo privilegiado para el cambio, la transformación, la transfiguración. Nuestros rostros complacientes y culpables tienen que transformarse en rostros de alegría, amor y servicio. El rostro de nuestro mundo tiene que transformarse también de injusticia en integridad, de odio en bondad y amistad. Nosotros tenemos miedo al cambio, especialmente si es a costa de nosotros mismos. --- Hoy Jesús nos muestra el camino. Él vio cómo el sufrimiento y la muerte le esperaban, y por eso su rostro y su corazón estaban tristes. Pero entonces el Padre volvió el rostro de Jesús radiante, porque iba a encontrarse con la vida y la resurrección; su rostro se hizo resplandeciente de alegría y de gloria. Si seguimos a Jesús y le dejamos que nos transforme, nuestro propio rostro se volverá también resplandeciente.
Acto Penitencial (Dos Opciones)
1. La Experiencia del Monte Tabor
A veces nos ha faltado valor para llevar a cabo nuestra tarea como cristianos y ahora le pedimos al Señor que nos perdone.
(Pausa)
- Señor Jesús, resplandeciente con la gloria del Padre,haz que tu luz brille sobre nosotros.R/ Señor, ten piedad.
- Cristo Jesús, Hijo querido del Padre,confírmanos también en el amor del Padre:R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
- Señor Jesús, el favor del Padre reposa en ti; es maravilloso para nosotros estar contigo.R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y perdona nuestras debilidades y pecados.
Haz que estemos más profundamente unidos contigo y llévanos a la vida eterna.
2. Un rostro Transformado
Como pecadores, pidamos al Señor que el rostro de su perdón brille sobre nosotros.
(Pausa)
- Señor Jesús, que la luz de tu rostro brille sobre nuestros rostros tristes, sobre nuestros rostros sin amor, sobre nuestros rostros endurecidos e indiferentes.R/ Señor, ten piedad de nosotros.
- Cristo Jesús, que la luz de tu rostro brille sobre nuestros rostros cansados sobre nuestros rostros llenos de miedo, sobre nuestros rostros desalentados.R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
- Señor Jesús, que la luz de tu rostro brille sobre los nuestros y así reflejaremos tu amor sobre los rostros que sufren, sobre los rostros solitarios y desesperados.R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor,y perdona nuestra vaciedad y nuestra cobardía.
Transfórmanos con tu gracia y llévanos a la vida eterna.
Oración Colecta
Oremos para que la luz de Cristo resplandezca sobre nosotros.
(Pausa)
Padre de nuestro Señor Jesucristo:
¡Qué maravilloso para nosotros estar aquí
en la presencia de tu Hijo Amado!
Que su rostro radiante nos comunique luz y paz.
No permitas que el pecado nos desfigure aún más,
ni que divida nuestras comunidades.
Que la luz de su rostro transfigurado
brille sobre todos nosotros, y nos dé valor,
para que nosotros, a nuestra vez,
seamos luz unos para otros,
hasta que un día podamos entrar en tu luz eterna.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Primera Lectura (Gen 13,1-4): ¡Abandonen su Seguridad!
Dios exige a Abrahán un cambio radical. Se le llama, cuando era todavía un pagano, a abandonar su seguridad en una peregrinación de fe y esperanza hacia una tierra prometida que se le dará, no a él sino al nuevo pueblo que nacerá de él.
Segunda Lectura (2 Tim 1,8b-10): Dios Nos Llama a la Vida del Evangelio
Dios nos llama a aceptar y a difundir el evangelio de Jesús y a sufrir por él. Si sufrimos con Jesús, viviremos con él.
Evangelio (Mt 17:1-9): Levántate, No Tengas Miedo
La breve visión fugaz de su futura gloria fortalece a Jesús en su camino a través del sufrimiento y de la muerte hacia la resurrección. Al mismo tiempo, Jesús fortalece la fe y esperanza de sus discípulos y las nuestras, en el camino de nuestra propia transformación en Cristo.
Oración de los Fieles
Pidamos a nuestro Señor Jesucristo que su luz resplandezca sobre todo el pueblo de Dios y sobre todo el mundo. Y digamos:
R/ Señor, que tu luz brille sobre nosotros.
- Señor, ilumina a tu Iglesia con tu radiante presencia en su amor y en su aceptación de todos los pueblos y culturas, de los ricos y de los pobres, de los fuertes y de los débiles, y así te decimos:R/ Señor, que tu luz brille sobre nosotros.
- Señor, inspira con tu radiante luz a los líderes de las naciones, a los economistas y políticos, para que lleven justicia y paz a sus pueblos, y así te decimos:R/ Señor, que tu luz brille sobre nosotros.
- Señor, que tu luz radiante brille sobre todos los pecadores, sobre todos los que sufren, sobre los que no pueden amar, para darles valor y esperanza, y así te decimos:R/ Señor, que tu luz brille sobre nosotros.
- Señor, que tu rostro irradie alegría a los moribundos y a nuestros queridos difuntos; acógelos en la felicidad de tu casa en el cielo, y así te decimos:R/ Señor, que tu luz brille sobre nosotros.
- Señor, ilumina con tu presencia nuestros rostros aquí en esta nuestra comunidad, para que sigamos creciendo en tu vida y amor, y reflejemos tu luz a los que encontremos en nuestro camino, y así te decimos:R/ Señor, que tu luz
Señor Jesús, ¡qué bueno que estás tú aquí con nosotros, glorioso y transfigurado! Permanece siempre con nosotros, ahora y por los siglos de los siglos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios y Padre muestro:
Tus apóstoles descubrieron que Jesús,
así como ellos mismos también ,
era tu propio Hijo predilecto.
Danos la gracia de ver más allá de este pan
y reconocer a tu Hijo aquí presente en medio de nosotros.
Lo mismo que este pan y este vino se transforman
para convertirse en el cuerpo y sangre del Señor
-alimento nuestro y bebida de vida-,
transfórmanos también a nosotros
en pan de fortaleza y bebida de alegría
para los que conviven con nosotros,
y así les descubramos al menos un poco
del rostro de Cristo,
Señor nuestro por los siglos de los siglos.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Agradecidos al Padre, pidámosle también que la gracia de esta eucaristía resplandezca sobre nosotros en el futuro, y nos ayude a aceptar la transformación de la conversión.
Introducción al Padrenuestro
En nombre de Jesús el Señor le pedimos a nuestro Padre del cielo que nos dé a nosotros y a todos el alimento y el valor que necesitamos.
R/ Padre nuestro…
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males
y concédenos la paz en nuestros días.
Abre nuestros ojos a nuestras faltas y defectos
y despiértanos de nuestra autocomplacencia,
para que, en nuestro caminar hacia ti
y hacia los necesitados,
sigamos a tu Hijo sin temor,
y que de este modo aceleremos la venida gloriosa
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo
R/ Tuyo es el reino, el poder …
Invitación a la Comunión
Éste es Jesús,
el Hijo amado del Padre,
que tuvo que sufrir y morir
antes de que pudiera resucitar en gloria.
Dichosos nosotros,
invitados a escucharle
y a comer su pan de vida y de fortaleza.
R/ Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú has iluminado nuestras vidas
con un vislumbre de la luz de Cristo,
pero no podemos aferrarnos a esta visión extraordinaria.
Que en nuestra oscuridad y en nuestras pruebas
nos dé él valor para escuchar su voz
y llevar a cabo tus planes.
Guárdanos firmes en la esperanza de que todo tiene sentido
y de que no sufrimos ningún dolor en vano
cuando vamos asemejándonos a Jesús,
Hijo tuyo y Señor nuestro,
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: La Transfiguración de Jesús es para nosotros un modelo y un signo de esperanza.
El hombre-Jesús era realmente Jesús-el-Señor.
Su verdadera y más profunda identidad apareció brevemente por un momento.
Lo que nosotros estamos llamados a ser en lo más hondo de nosotros mismos llegará a hacerse visible si dejamos a Jesús que nos transforme y si llegamos a ser, con él y como él, hombres y mujeres que viven para los otros.
Que Dios nos dé esta gracia.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
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