Dirigimos a Dios nuestras súplicas, diciéndole:
DANOS, SEÑOR, UN CORAZÓN COMO EL TUYO.
– Para que la Cuaresma nos ayude a descubrir la necesidad que tenemos de Ti en nuestra vida. OREMOS…
– Para que estemos siempre dispuestos a recibir la paz y el perdón que Tú nos ofreces. OREMOS…
– Para que la Cuaresma nos haga más generosos y desprendidos, más austeros y solidarios. OREMOS…
– Para que hagamos las paces contigo a través de nuestro arrepentimiento y de nuestra conversión. OREMOS…
Danos, Señor, un corazón como el tuyo, para que vivamos en paz y en solidaridad con todos los hombres. Tú que vives…
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