«Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al fi nal tuvo hambre. El tentador se acercó y le dijo: «Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes ». Pero él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo subió al alero del templo y le dijo: «Si ereshijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Ordenará a sus ángeles que cuiden de ti, que te lleven en las manos para que no tropiece tu pie con ninguna piedra». Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto, le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor, y le dijo: «Todo esto te daré si te pones de rodillas y me adoras». Jesús le dijo: «Retírate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás». Entonces el diablo lo dejó, y los ángeles llegaron y se pusieron a servirle.»
Mateo 4, 1-11
Seguro que en vuestras vidas ya habéis sentido que existe el Bien y el Mal, la luz y la oscuridad. Muchas veces pensamos que sólo existe el Bien, y que cuando sucede algo malo es debido a la casualidad o a otras cosas. Pero debemos darnos cuenta que el Mal actúa y trata de hacer de las suyas. Y si no estamos muy bien con Dios, si nuestra fe y nuestra alegría cristiana no es muy buena, a veces el Mal puede vencernos y conseguir de nosotros lo que quiere.
Así que la mejor manera de ser feliz es estar muy cerca de Dios, hablando con él todos los días, compartiendo su vida. Y sobre todo escuchándole, para saber que es lo que el Señor quiere de nosotros.
Para hacer vida el evangelio
- Escribe una situación de tu vida en la que hayas sido consciente de haber hecho el Mal.
- ¿Por qué crees que a veces hacemos cosas que están mal? ¿Cómo podemos cambiar? ¿De que manera nos ayuda Dios a esto?
- Escribe un compromiso que te ayude a hacer el Bien a los demás.
Oración
Perdón, Señor Jesús, de todas mis caídas.
Perdón de todas las caídas de la humanidad.
Gracias, Señor Jesús,
de todas las veces que con tu ayuda
he resistido a la tentación y me he unido
a tu victoria.
Gracias, Señor Jesús,
de todas las veces que las personas
hemos sabido resistir a las múltiples tentaciones del maligno.
Hoy, como Tú hiciste,
hay muchas personas que resisten y vencen,
con la ayuda del Espíritu,
a las múltiples tentaciones.
Ayúdanos, Señor Jesús,
a no caer en la tentación.
Ayuda a todos, especialmente,
a los que se ven más débiles,
ayuda a los que tienen menos capacidad
de resistencia a la tentación,
ayuda a los que viven en ambientes más duros.
Gracias, Señor Jesús.
Perdón de todas las caídas de la humanidad.
Gracias, Señor Jesús,
de todas las veces que con tu ayuda
he resistido a la tentación y me he unido
a tu victoria.
Gracias, Señor Jesús,
de todas las veces que las personas
hemos sabido resistir a las múltiples tentaciones del maligno.
Hoy, como Tú hiciste,
hay muchas personas que resisten y vencen,
con la ayuda del Espíritu,
a las múltiples tentaciones.
Ayúdanos, Señor Jesús,
a no caer en la tentación.
Ayuda a todos, especialmente,
a los que se ven más débiles,
ayuda a los que tienen menos capacidad
de resistencia a la tentación,
ayuda a los que viven en ambientes más duros.
Gracias, Señor Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario