Conscientes de nuestra debilidad y de las tentaciones que nos rodean, acudimos a Ti, Señor, que eres nuestra fuerza y nuestro auxilio y te decimos: LÍBRANOS, SEÑOR.
– De la esclavitud del dinero y de la seducción del poder…
– De toda clase de violencia y de todo abuso de fuerza…
– De la envidia y del orgullo, del odio y de la venganza…
– De los encantos de la comodidad y del miedo que nos paraliza…
Te pedimos, Señor, por medio de Jesucristo que venció la tentación, que extiendas tu mano protectora sobre nosotros y nos libres de todo mal. Por JNS…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario