(A)
Señor, desde el desierto de nuestras tentaciones elevamos nuestro corazón para que nos eches una mano.
Decimos todos: No nos dejes caer, Señor.
– En la tentación de la autosuficiencia…
– En la tentación de la vanagloria…
– En la tentación de tenerlo todo…
– En la tentación de consumir todo lo que nos ofrecen…
– En la tentación de creernos los únicos y los mejores…
– En la tentación de alimentarnos sólo de pan material…
– En la tentación de confiar sólo en nosotros y no en Ti…
(B)
Al pedirle perdón a Dios, damos un primer paso para acercarnos a Él, para ser mejores seguidores de Jesús. Reflexionemos sobre las cosas de nuestra vida que tendrían que cambiar y sobre la voluntad que tenemos de convertirnos.
– Porque no te damos la alegría de que nos veas mejores y cambiados. SEÑOR, TEN PIEDAD…
– Porque nos hemos acostumbrado a ser seguidores tuyos, sin grandes esfuerzos y siempre a medias. CRISTO, TEN PIEDAD…
(C)
Al comenzar la eucaristía de este primer domingo pedimos del Señor la gracia de hacernos más conscientes de nuestra condición humana y cristiana.
– Juzgamos por apariencias. SEÑOR, TEN PIEDAD…
– Cerramos la puerta al pobre y al débil. CRISTO, TEN PIEDAD…
– Nos faltan gestos de amistad y de cercanía. SEÑOR, TEN PIEDAD…
(D)
Desde la confianza en que Dios no mira los pecados, sino el arrepentimiento, pidamos que nos perdone.
-Tú, Señor, que nos regalas la vida, Señor, ten piedad.
-Tú, Señor, que nos entregas la libertad, aunque podamos equivocarnos al usarla, Cristo, ten piedad.
-Tú, Señor, que nunca te cansas de darnos nuevas oportunidades de cambiar, Señor, ten piedad
Concédenos, Señor, reconocer tu grandeza y vencer toda tentación de separarnos de Ti y de los hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario