MONICIÓN DE ENTRADA Sed bienvenidos a la Eucaristía. Celebramos hoy la fiesta del Bautismo del Señor. Hace una semana le veíamos Niño, en el pesebre de Belén, adorado por los Magos. Hoy, ya adulto, se va a someter al bautismo de penitencia de Juan, que Él, obviamente, no necesita. Terminamos, además, el Tiempo de Navidad y mañana iniciamos el Tiempo Ordinario que nos llevará, este año, a una cuaresma muy madrugadora. Hemos de ver, queridos hermanos, en el Bautismo del Señor a nuestro propio bautismo pues en ambos el Espíritu nos anima a la misión de ayudar y salvar a los hermanos. Comencemos con alegría esta asamblea de hermanos. |
Lectura de Postcomunión MONICIÓN El anterior Pontífice, el inolvidable Juan Pablo II, redactó una oración sobre el Bautismo del Señor en su visita a Tierra Santa en el año 2000. Aquí en Betania, en otras ocasiones, la hemos publicado en parte. Ahora hemos preferido darla íntegra para que pueda conservase. En el caso que fuera a utilizarse como lectura de postcomunión pueden elegirse unos cuantos versos. BAUTISMO: LA ORACIÓN DEL PAPA WOJTYLA ¡Gloria a ti, oh Padre, Dios de Abraham, Isaac y Jacob Tú has enviado a tus siervos, los profetas a proclamare tu palabra de amor fiel y a llamar a tu pueblo al arrepentimiento. A las orillas del Río Jordán, Has suscitado a Juan el Bautista, una voz que grita en el desierto, enviado a toda la región del Jordán, a preparar el camino del Señor, a anunciar la venida de Cristo. ¡Gloria a ti, oh Cristo, Hijo de Dios!
Has venido a las aguas del Jordán Para ser bautizado por manos de Juan. Sobre ti el Espíritu descendió como una paloma. Sobre ti se abrieron los cielos, Y se escuchó la voz del Padre: "Este es mi Hijo, el Predilecto!" Del río bendecido con tu presencia Has partido para bautizar no sólo con el agua sino con fuego y Espíritu Santo. ¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor!
Por tu poder la Iglesia es bautizada, Descendiendo con Cristo en la muerte Y resurgiendo junto a él a una nueva vida. Por tu poder, nos vemos liberados del pecado para convertirnos en hijos de Dios, el glorioso cuerpo de Cristo. Por tu poder, todo temor es vencido, Y es predicado el Evangelio del amor En cada rincón de la tierra, para la gloria de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a Él todo honor en este Año Jubilar y en todos los siglos por venir. Amén. Exhortación de despedida Salgamos llenos de alegría del templo. Hemos terminado un nuevo periodo de Navidad y nos adentramos en el Tiempo Ordinario, camino de la Cuaresma. Así es la Iglesia, así es la liturgia, no para, siempre marcha en busca de Dios. |
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