Padre nuestro.
Padre de Jesús, Padre nuestro.
Padre de todos los seres del mundo.
Que estás en los cielos.
Que estás cuando te abrimos las puertas,
y en los pesebres y en los portales
donde hay un poquito de amor.
Santificado sea tu nombre
Que la gente aprenda a bendecirte.
Que los niños del mundo tengan tu nombre
como el nombre de un buen amigo.
Venga a nosotros tu reino.
Que aprendamos a vivir
como Tú nos enseñaste,
acercándonos a los pequeños y enfermos,
dando ayuda a los más necesitados.
Hágase tu voluntad.
Que nos amemos todos.
Que nos amemos mucho y siempre.
Que logremos que todos se sientan
queridos de verdad.
Que entre todos logremos que haya
pan para todos.
Que sepamos querernos
y aprendamos a compartirlo,
y que nos sintamos más felices
compartiendo que acaparando.
Perdónanos
Nosotros estamos aprendiendo a perdonar.
Tú nos enseñas y nosotros aprendemos.
Hoy no tenemos ningún enemigo.
Vamos a enseñar a la gente
a que viva mucho mejor
perdonando que vengándose.
Y no nos dejes caer en la tentación
de abusar, de fastidiar, de amenazar.
Enséñanos
que el amor es mejor que la guerra,
que el piano es mejor que la metralleta,
que la sonrisa es mucho mejor
que el grito amenazador.
Que no abusemos de nadie.
Que no dejemos que los fuertes
abusen de los débiles.
Líbranos del mal
De todos los males:
del hambre y la tristeza;
de los accidentes y la guerra,
de las enfermedades y las injusticias,
y enséñanos a librar a todos
de sus males.
Amén.
Por tu Hijo pequeño.
Por tu Madre preciosa.
Por tu buen corazón.
Por esta Nochebuena
Web católico de Javier
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