El gusto por la Navidad
Autor: Padre Javier Leoz
“MARIA SE PUSO EN CAMINO Y FUE APRISA A LA MONTAÑA” (Lc 1,39ss)
Los escaparates seduciéndonos y proponiéndonos lo indecible y las calles con luces que no saben muy bien porque destellan.
Árboles que quedaron como virtual adorno y olvidaron que son un triángulo que nos lanza a la Trinidad, que nos da sensación de una nueva vida que se abre hacia la tierra o, tal vez, que busca una razón suprema y respuestas en el cielo.
Nacimientos que son tan sólo reflejo de la tradición y del ayer pero que, también hoy, acaso dejan de ser pequeños sacramentos de la presencia de Dios, altares de tercera división (pero altares) en cada hogar, portal, oficina o en la plaza más concurrida.
Recetas de Nochebuena que nos enseñan a cocinar sin necesidad de Dios
¡Todo está preparado!
La mesa, en tensa espera, aguarda a la familia reunida; la música se hace villancico; los regalos que ahora –de repente- los trae un personaje blanco, barrigudo sin consistencia espiritual y con catequesis meramente comercial.
¿Todo está preparado?
¿Y la Navidad? ¿Dónde queda el Misterio de la Navidad?
Me niego a quedarme con el envoltorio. Me resisto a exclamar un: ¡¡ohhhhh!!! ante el aparato estético que embellece todo pero que aborta toda pretensión de asomarse y emocionarse ante el gran regalo de la Navidad: JESUS
La Navidad me gusta porque en ella DIOS VUELVE A NACER. Porque DIOS nos envuelve a todos aún a sabiendas del poderoso marketing que se empeña en RE-ENVOLVERLO y silenciarlo.
Me gusta la Navidad porque es un poco de luz en medio de tanta oscuridad; porque nos da la posibilidad de renacer de nuevo; de repescar la humanidad perdida; de que afloren los sentimientos buenos que hemos ido perdiendo en el camino accidentado de la convivencia y de la misma vida.
La Navidad me gusta porque, en medio de ella, un personaje fiel y sencillo como MARIA alumbra lo que jamás ninguno de nosotros como Ella pudiéramos soñar, amar y esperar: JESUS
María es aquella que al decir un “SI” a un ángel fue descubriendo que Dios se hacía embrión en Ella ….haciéndola pesebre, custodia y cuna durante nueve meses.
María es aquella que, no satisfecha con el anuncio angélico, se puso en camino dando a conocer a sus cercanos parientes la más bella historia de amor nunca conocida: DIOS EN UNA MUJER
Me gusta la Navidad:
Porque en estos próximos días cantamos y proclamamos con María la grandeza del Señor.
Porque Dios se fijó en Ella para hacerse hombre como nosotros.
Porque no buscó sangre real sino la humildad de una nazarena.
Porque Dios no fue publicando su enamoramiento ni haciendo sensacionalismo a los cuatro vientos: lo hizo a la sombra de una gruta, con la confianza de un ángel emisario y en la disponibilidad de una enamorada.
Me gusta la Navidad
Porque, aquel acontecimiento, sigue marcando la vida de muchas personas.
Porque rebaja muchos orgullos y aligera muchas cruces.
Porque hace que valoremos nuestra condición humana en la medida que la conectamos a Dios
Porque María con su intuición supo que el nacimiento de Cristo cambiaría el rumbo de la historia de la humanidad. Y mal que les pese, a pocos o a muchos, el nacimiento de Cristo así ha sido, lo es y creo que lo seguirá siendo.
Me gusta…¡por qué no!..la Navidad que Dios nos regaló. ¿A ti no?.
Otra cosa es que, algunos, se empeñen en alterar y tirar por la cuneta su auténtico sentido
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