22 diciembre 2022

Domingo 25 de diciembre 2022 / Navidad. Domingo de la Natividad del Señor

 —BIENVENIDA: 

Queridos hermanos, Dios se ha manifestado. Lo ha hecho como niño. Precisamente así se contrapone a toda violencia y trae un mensaje que es paz,  y nuestra espera ha llegado a su fin: nuestro Salvador ha nacido y la fiesta de la Navidad nos llena de alegría. La Navidad es Epifanía: la manifestación de Dios y de su gran luz en un niño que ha nacido para nosotros. Nacido en un establo en Belén, no en los palacios de los reyes.

Que la palabra de Dios que escucharemos y la Eucaristía que celebraremos, nos ayuden a acoger la venida del Señor en lo profundo de nuestro corazón.

La Navidad no es un simple hecho histórico, sino algo que se prolonga hasta el final de la historia, signo de nuestro misterioso renacer a la vida divina; el Dios poderoso, ha venido como niño y se has mostrado a nosotros como el que nos ama y mediante el cual el amor vencerá y este nacimiento nos hace hombres nuevos, que debemos sentir, pensar, amar y obrar de manera nueva. Dios, viene hasta nosotros, pequeño y en un pesebre, para que comprendamos que, en la pequeñez, está el camino y la puerta para llegar y encontrarse con Él.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Is 52, 7-10) 

Escuchemos el grito de júbilo del Profeta porque Dios viene a visitar a su pueblo; porque el Señor viene a visitar a nuestro pueblo.

SALMO RESP.:    (97, 1-6)      

RLos confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios

2ª. LECTURA:     (Hb 1, 1-6)   

Desde tiempos muy antiguos, Dios preparaba su obra salvadora, el momento que hoy celebramos: la venida de su Hijo, para darnos a conocer, muy de cerca, quién es Dios.

EVANGELIO:   (Jn 1, 1-18)

San Juan nos hablará de la Luz, de la Vida, de la Gloria y de la Gracia que han entrado en este mundo. Porque el Hijo de Dios ha venido a vivir en medio de nosotros. Cantemos jubilosamente el Aleluya.

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, en este día en que se manifestó la bondad y del amor de Dios hacia todos los hombres, poniendo nuestra confianza, no en nuestros méritos, sino en su misericordia, oremos humildemente a nuestro Padre del Cielo.

GUÍA:  A cada una de las intenciones responderemos orando:

"POR CRISTO, LUZ DEL MUNDO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

—Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo para encarnarse no sólo por nosotros, sino en nosotros, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que esta Navidad fortalezca ese anuncio gozoso y todos los hombres escuchemos en él a tu Hijo, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos por nuestros obispos y por nuestros sacerdotes, haz que con sus ejemplos podamos construir una Iglesia diocesana en la que todos abramos el corazón para hospedar a Dios, oremos...

—Padre lleno de amor, que enviaste a Jesús para hacernos verdaderos hijos tuyos, haz que todos, reconociéndonos como verdaderos hermanos entre nosotros, podamos construir una patria en la que reine la justicia, la fraternidad y la solidaridad, oremos...

—Padre rico en misericordia, que enviaste a tu Hijo a traer la verdadera alegría, haz que esta Navidad, la visita de la Virgen Madre, acompañe y enriquezca a los que están solos, a los que sufren, a los que están necesitados de pan y de amor, oremos...

—Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo para que fuera la luz del mundo, haz que  en nuestra comunidad le ofrezcamos la posada de nuestro corazón, y nuestra mesa abunde de humildad, ternura, pobreza y amor, oremos…

CELEBRANTE:

Escucha, Padre Santo, nuestras plegarias y concede a cuantos celebran con alegría el nacimiento de tu Hijo Jesús, engendrado de la Virgen María, vivir libres de todo mal, hacer siempre el bien y enriquecerse con tus dones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Vamos a presentar ahora, sobre la mesa del altar, el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y que deben ser un verdadero signo del ofrecimiento de nuestras propias vidas, para que en ellas, y a partir de este día, nazca realmente el Salvador.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Por Cristo hemos conocido a Dios, es decir, la Verdad, la Vida, el Amor; pero Cristo sigue iluminando e impulsando nuestro camino hacia la Luz, hacia la Fiesta. Por eso hoy, solemnemente, demos gracias al Padre.

COMUNIÓN:

Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado: es el Príncipe de la Paz, que ahora se nos ofrece sacramentado para que también nosotros recibamos la luz que nos conduce hacia la Gloria de Dios.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Que hoy Jesús, en los brazos de María y bajo la mirada serena de José, nos haga renacer en nuestra fe. Nos haga conmover ante este Misterio y nos transforme en portadores de verdad, de bondad, de solidaridad y de perdón. ¡Feliz Navidad!

 

Nos despedimos cantando...

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