24 noviembre 2022

Liturgia 27 DE NOVIEMBRE DE 2022 DOMINGO 1º DE ADVIENTO «A»

 R I T O S   I N I C I A L E S


CANTO DE ENTRADA.

Abre tu tienda al Señor, recíbele dentro escucha su voz; abre tu tienda al Señor, prepara tu fuego que llega el Amor.

 

El Adviento es esperanza, la esperanza, salvación; ya se acerca el Señor; preparemos los caminos, los caminos del amor, escuchemos su voz. 

 

SALUDO, MONICIÓN, Y RITO DE LA CORONA DE ADVIENTO.

 

DESPUÉS DE ENCENDER LA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO.

Esperamos al Mesías con la lámpara de la fe y el amor.

 

Mantened la Luz, vigilad y no os durmáis, en espera del Señor.  


ORACIÓN COLECTA.


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro de Isaías 2, 1-5

 

Visión de Isaías, hijo de Amos, acerca de Judá y de Jerusalén. En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas.

Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob.

Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén».

Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor. 

     PALABRA DE DIOS


SALMO RESPONSORIAL. Salmo 121.

Antífona: Vamos alegres a la casa del Señor.

               

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.

 

Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor;  en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.

 

Desead la paz a Jerusalén: «Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios».

 

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo». Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.   

 

SEGUNDA LECTURA.  

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 13, 11-14a.

 

Hermanos:

Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz.  

Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo. 

PALABRA DE DIOS


ALELUYA.

Antífona: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.    


EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24, 37-44.

 

En aquél tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán. 

Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. 

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. 

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. 

 PALABRA DEL SEÑOR


HOMILÍA.


CREDO. 


ORACIÓN DE LOS FIELES.


LITURGIA EUCARÍSTICA


OFERTORIO.

Canto: 

En este mundo que Cristo que nos da, hacemos la ofrenda del pan.  El pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.  Traigo ante Ti nuestra justa inquietud: Amar la justicia y la paz.


Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan.  (Bis)    

  

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.


PREFACIO Y SANTO.


PLEGARIA EUCARÍSTICA.


RITO DE LA COMUNIÓN


PADRE NUESTRO.


RITO DE LA PAZ.


CORDERO DE DIOS.


COMUNIÓN.

Canto:

Ven, Salvador, ven sin tardar: tu pueblo santo esperando está.

 

El Dios de paz, Verbo divino, quiso nacer en un portal.  Él es la luz,  vida y camino.  Gracia y perdón trajo al mortal.

 

Vino a enseñarnos el sendero, vino a traernos el perdón, vino a morir en un madero, precio de nuestra redención.

 

Por una senda oscurecida, vamos en busca de la luz, luz y alegría sin medida, encontraremos en Jesús.

 

Nuestro Señor vendrá un día, lleno de gracia y majestad, de nuestro pueblo Él será guía, juntos iremos a reinar.  

  

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.


Jesucristo, Palabra del Padre, 

luz eterna de todo creyente; 

ven y escucha la súplica ardiente, 

ven, Señor, porque ya se hace tarde.

 

Cuando el mundo dormía en tinieblas, 

en tu amor tú quisiste ayudarlo 

y trajiste, viniendo a la tierra, 

esa vida que puede salvarlo.

 

Ya madura la historia en promesas, 

sólo anhela tu pronto regreso; 

si el silencio madura la espera, 

el amor no soporta el silencio.

 

Con María, la Iglesia te aguarda 

con anhelos de esposa y de madre, 

y reúne a sus hijos en vela, 

para juntos poder esperarte.

 

Cuando vengas, Señor, en tu gloria, 

que podamos salir a tu encuentro 

y a tu lado vivamos por siempre,

dando gracias al Padre en el reino.  

Amén.  

 

(Himno de la Liturgia de las Horas-Adviento) 

 

ORACIÓN.


RITO DE CONCLUSIÓN.


BENDICIÓN Y DESPEDIDA.


Canto.

Santa María de la esperanza, mantén el ritmo de nuestra espera, mantén el ritmo de nuestra espera.

 

Nos diste al esperado de los tiempos, mil veces prometido en los profetas.  Y nosotros de nuevo deseamos que vuelva a repetirnos sus promesas.  


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