MONICIÓN DE ENTRADA Bienvenidos a la Eucaristía. Hoy, muy especialmente, nos vamos a unir a los apóstoles para pedir al Señor Jesús que nos aumente la fe. La realidad es que en estos tiempos realmente difíciles para la fe, necesitamos que ésta se fundamente en nuestros corazones y en nuestras mentes. Y que desde una conversión activa seamos capaces de influir en la sociedad actual. Unámonos todos en la liturgia dominical con la esperanza de que el Señor se apiade de nuestra fragilidad y nos haga fuertes en la fe, solícitos en la caridad y llenos de esperanza. |
Lectura de Postcomunión MONICIÓN Hoy es el domingo de la fe y la fe necesita del Espíritu Santo. Por eso creemos que es muy válida para estos momentos de sosiego la siguiente invocación al Santo Espíritu de Dios ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO ¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname.
Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad. Exhortación de despedida Hemos de salir muy contentos de la Eucaristía, pues el Señor ha reforzado nuestra fe. Él es el único que puede aumentarla en consolidarla en nuestros corazones. La fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu nos hace más felices y más serviciales con nuestros hermanos.
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