25 mayo 2022

Moniciones y Lecturas Solemnidad de la Ascensión del Señor – Domingo 29 de Mayo del 2022- Ciclo C

 

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos sean todos ustedes, hermanos y amigos. Les deseamos paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

La Iglesia Católica celebra este Domingo la solemnidad de la Ascensión del Señor, el retorno de Jesús al Padre. Antes de ascender Jesús vuelve a prometer que enviará su Espíritu Santo. Después, bendice a sus discípulos y sube a la gloria del Padre iniciando su ministerio de intercesor. A partir de entonces los discípulos ya no verán a Jesús… pero los demás deben ver a Jesús en ellos y a través de ellos. A partir de la Ascensión, ésa es nuestra misión: ser transparencia de Cristo, en cualquier circunstancia y en cualquier lugar. 

Seguros de la presencia del Resucitado aquí y ahora en medio de nosotros, pongámonos de pie y celebremos con gozo nuestra acción de gracias.

MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Hechos 1,1-11)

El Señor da sus recomendaciones finales a los apóstoles y les promete el Espíritu Santo para que tengan el valor de ser sus testigos. Y entonces subió al Padre, y ya no se dejó ver por ellos… Escuchemos con atención.

Primera Lectura Hechos de los Apóstoles 1,1-11.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos les recomendó:

-No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu Santo.

Ellos lo rodearon preguntándole:

-Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar la soberanía de Israel?

Jesús contestó:

-No les toca a ustedes conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo.

Dicho esto, lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:

-Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como le han visto marcharse.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial Sal 46 

Dios asciende entre aclamaciones, 
el Señor, al son de trompetas     

Pueblos todos, aplaudan, 
aclamen a Dios con gritos de júbilo; 
porque el Señor es sublime y terrible, 
emperador de toda la tierra.

Dios asciende entre aclamaciones, 
el Señor, al son de trompetas; 
toquen para Dios, toquen, 
toquen para nuestro Rey, toquen.

Porque Dios es el rey del mundo; 
toquen con maestría. 
Dios reina sobre las naciones, 
Dios se sienta en su trono sagrado.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA  (Efesios 1,17-23)

La Ascensión marca el final de la misión terrena de Cristo y la inauguración del reino del Mesías. Cristo hombre pasa a participar en el poder y autoridad del mismísimo Dios. El Padre lo constituye Cabeza, Señor en plenitud. Escuchemos.

Segunda Lectura Efesios 1,17-23.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 

Hermanos:

Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de su corazón para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro.

Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

Palabra de Dios

MONICIÓN EVANGELIO  (Lucas 24,46-53)

En el momento de esta partida no hubo tristeza sino promesa, bendición y una gran alegría…   Abramos los oídos, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para escuchar esta Buena Noticia.

Evangelio San Lucas 24,46-53.

+ Proclamación del final del santo Evangelio según San Lucas. 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

Y ustedes son testigos de esto. Yo les enviaré lo que mi Padre ha prometido; ustedes quédense en la ciudad, hasta que se revistan de la fuerza de lo alto.

Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo.

Y mientras los bendecía, se separó de ellos (subiendo hacia el cielo).

Ellos se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Palabra del Señor

Peticiones

ORACIÓN UNIVERSAL O DE LOS FIELES: PRECES. Hoy, Cristo Jesús ha entrado en el cielo, donde intercede a favor nuestro. Confiémosle,
pues, nuestra oración por la salvación de todos nuestros hermanos:

  1. Por la Iglesia, Cuerpo de Cristo: para que el Espíritu de sabiduría le mantenga en el
    gozo de llegar al Cielo donde está ya su Cabeza, roguemos al Señor.
  2. Por los que tienen el gobierno de las naciones: para que Dios le conceda ejercerlo conjusticia y espíritu de servicio, roguemos al Señor.
  3. Por los que dudan de su fe: para que el Espíritu Santo les dé la esperanza de la vidaeterna en la Jerusalén del cielo donde eternamente alaban a Cristo, roguemos al
    Señor.
  4. Por nuestra comunidad que reúne una misma esperanza: para que nuestra vidatestimonie a todos los hombres nuestros hermanos la resurrección del Señor y laesperanza de salvación de la fe cristiana, roguemos al Señor.
    Oh Dios cuyo Hijo Jesucristo el Señor, rey de la gloria, dando cumplimiento a los oráculosproféticos ha vuelto al trono paterno, alzando los dinteles de las puertas eternales, de formaque, mientras su divinidad vuelve al lugar de donde nunca se apartó, se abra al génerohumano la entrada de los cielos; concede que pongamos nuestros anhelos en donde nos haprecedido Aquel que es nuestra redención. El que vive y reina por los siglos de los siglos,
    amén.

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