Monición de entrada
Muy buenos días (tardes, noches) hermanos. Sean bienvenidos a esta Santa Eucaristía.
Como a los primeros discípulos, también a nosotros nos ha convocado el Señor en este lugar, para que seamos testigos del acontecimiento que hoy solemnemente celebramos: su gloriosa Ascensión.
Con mucha alegría, comencemos la celebración de esta gran fiesta, cantando juntos. De pie por favor.
Moniciones a las Lecturas
Opción 1: Monición para todas las lecturas
La primera lectura y el evangelio ofrecen la versión de la Ascensión del Señor según los escritos de San Lucas. Por eso aclamaremos con el salmista que Dios Asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas. El pasaje de la carta a los Efesios confiesa la soberanía universal de Cristo y pide para los cristianos luz y sabiduría, de modo que se nos “permita conocerlo plenamente”. Para conocerlo, escuchemos con mucha atención.
Opción 2: Monición para cada una de las lecturas
Primera Lectura (Hechos de los Apóstoles 1, 1-11)
Dos veces oiremos hoy el mismo relato de la Ascensión. Escuchemos primero la de los Hechos de los Apóstoles, de manera más elaborada que el de la conclusión del Evangelio.
Salmo Responsorial (Salmo 46)
El salmo 46 no puede ser más adecuado para hoy: invita a los pueblos a batir palmas porque «Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas». El salmista lo decía de Yahvé, con ocasión de alguna victoria. Nosotros, después de la Pascua del Señor, lo cantamos con entusiasmo confesando nuestra fe en la victoria de Cristo Jesús. Digamos todos:
Segunda Lecturas (Efesios 1, 17-23)
San Pablo recuerda a los Efesios el acontecimiento de la Ascensión, por el que Jesús fue sentado a la diestra de Dios Padre, colocando todo bajo sus pies y dado a la Iglesia como Cabeza de este cuerpo místico del que nosotros somos parte.
Evangelio (Lucas 24, 46-53)
Escucharemos a continuación la otra versión de San Lucas sobre la Ascensión del Señor. Jesús, después de prometer la venida del Espíritu Santo, sube a los cielos. Cantemos el aleluya.
Oración de los Fieles
1. Por el Papa Francisco, para que con la fuerza del Espíritu Santo, de la que ya es testigo, siga conduciendo con esperanza a la Iglesia hacia la segunda venida de Cristo. Oremos.
2. Por los que gobiernan las naciones, para que también puedan dirigir su mirada hacia el cielo, de donde viene toda autoridad, y gobiernen con justicia y equidad. Oremos.
3. Por los más necesitados de este mundo, especialmente los que viven alrededor nuestro y que muchas veces ignoramos, para que por Dios sean consolados y por nosotros auxiliados en sus necesidades. Oremos.
4. Por quienes este día celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor, para que Dios nos permita ser testigos también del Pentecostés que nos levante y nos haga anunciar con fuerza y valentía que Cristo vive. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Ofrezcamos, con el Pan y el Vino, nuestras ilusiones y esperanzas al Señor. Cantemos…
Comunión
Acerquémonos ahora a comer el alimento que nos da vida y alienta nuestra esperanza en la segunda venida de Cristo, cuya ascensión ahora celebramos.
Final
Como los discípulos volvieron a Jerusalén con mucha alegría, volvamos también nosotros a nuestros hogares a seguir bendiciendo a Dios.
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