MONICIÓN DE ENTRADA
La Procesión de las palmas simboliza el recibimiento entusiasta del pueblo de Jerusalén a Jesús de Nazaret. Y ahora vamos a iniciar la Eucaristía de este Domingo de Ramos que es el gran pórtico de la Semana Santa. Jesús en estos días va a consumar su entrega y, por tanto, la redención del género humano, tal como Dios Padre desea y pone en las manos de su Hijo Unigénito. Os deseamos, claro está, nuestra más cordial bienvenida a la celebración eucarística en la que vamos a escuchar, entera, la pasión del Señor narrada por San Lucas en su evangelio. Relato formidable que nos prepara e informa para mejor vivir los días grandes de nuestra fe. Iniciemos pues con emoción esta tan especial asamblea de hermanos en, también, un día muy importante para todos nosotros.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La primera lectura sacada del Libro de Isaías, nos muestra al Señor, siempre cerca del que sufre. Para él tiene una palabra de aliento, una mano tendida, una ayuda crucial. Es un relato crucial del Antiguo Testamento para mejor entender la Pasión de Cristo. Es el tercer cántico del Siervo del Señor.
S.- Al Salmo 21 se le considera, como en el caso de la profecía del Siervo de Yahvé, una anticipación profética de lo que iba a ser el sufrimiento de Jesús de Nazaret para salvarnos a todos. Jesús, en la cruz, reza estos versos al Padre en un momento tan significado e importante para la redención del género humano.
2.- Un fragmento de la Carta a los Filipenses, conforma la segunda lectura. San Pablo nos reclama para realizar estas acciones desde la más profunda humildad. Y como ejemplo: Cristo. Él lo hizo todo sin hacer alarde de su categoría de Dios.
3.- Como evangelio La Pasión. Cualquier palabra sobraría para llegar a comprender que fue el mayor acto de amor que pueda conocer la historia. Tras la alegría de la entrada en Jerusalén que hemos celebrado con la Procesión de los Ramos, la liturgia de este día lee completa la Pasión de Nuestro Señor que en el presente ciclo --el C-- corresponde a San Lucas. El relato de Lucas es completo, rico en matices. Es ya difícil saber por qué Jesús tiene que morir. Y, sobre todo, admitir que ha de morir y en la Cruz.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Presentamos hoy una nueva oración de Javier Leoz destinada a estos momentos finales de nuestra Eucaristía del Domingo de Ramos. Escuchemos.
¡COMO NO…!
¡Cómo no bendecir tu nombre, Señor!
Si eres Palabra cumplida al detalle
Esperanza de los profetas
Manos apropiadas y valientes para el madero
Cena que, en Jueves Santo, esperamos gustar
Frases que, en Viernes Santo,
estremecerán todavía más nuestro llanto
¡Cómo no exaltar tu nombre, Señor!
Cuando sabemos, que al final,
después de las espinas y del dolor
del vértigo y de la muerte
gritaremos lo que Tú, tantas veces nos repetiste:
hay que morir para dar abundante fruto.
Y, si algo tienes Tú, Señor, es mucho para darte
y otro tanto para exigirte.
Exhortación de Despedida
Hemos iniciado la Semana Santa. Sabemos que iniciamos un tiempo fundamental para nuestra fe. El templo nos espera, y especialmente, el Jueves, el Viernes, la noche del Sábado y después el Domingo de Resurrección. Pero también en nuestras casas hemos de estar en oración son días para eso… para rezar y meditar en los grandes misterios de nuestra fe.
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