15 marzo 2022

Evangelio dialogado para niños: III domingo Cuaresma 20 marzo´22

 Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

Niño1: Maestro, tú hablas siempre de amor, pero creo que nadie te escucha por ahí fuera.

Niño2: Es verdad, Jesús; los romanos odian a los judíos y los judíos a los romanos; los galileos no pueden ver a los samaritanos, y los samaritanos les devuelven el favor.

Niño3: ¡Pero si hasta la gente que parece más religiosa se odia a muerte! Sólo tenéis que fijaros en los fariseos, saduceos y herodianos. ¡Menudo ejemplo nos dan!

Niño1: Me temo, amigos, que las cosas no han cambiado mucho desde entonces. (despliega un periódico y lee algunas noticias)

Niño2: ¡Impresionante! Odio y muerte por todas partes. Y no termina.

Niño3: ¡Maestro, maestro, Pilato ha mandado degollar a un grupo de galileos!

Niño1: ¡Es verdad, Jesús! Estaban ofreciendo el sacrificio de la tarde, llegaron los soldados y...¡zas! les cortaron el cuello.

Niño2: ¡Dios les ha castigado por sus pecados!

Niño3: No puede ser, estaban ofreciéndole un sacrificio en el templo.

Niño1: Pues estarán pagando la culpa de sus padres.

Jesús: ¿Pensáis que los galileos son más malos que nadie porque acabaron así?

Niño2: ¡Claro! ¡Por supuesto!

Jesús: ¡Pues no, estáis equivocados y es preciso que cambiéis de actitud!

Niño3: Y aquellos 18 que murieron aplastados por la torre de Siloé... ¿tampoco habían hecho nada malo?

Jesús: No eran peores que os demás. Todos debéis convertiros y mejorar en algo...
¡o en mucho! Nadie es perfecto. Os lo explicaré con una parábola. Escuchad:
Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

Amo: Amigo, te encargué que cuidaras mi viña y también la higuera.

Viñador: Eso hago, Señor.

Amo: Ya lo sé, pero llevo tres años viniendo a buscar fruto y nunca encuentro. Así que creo que debes cortar la higuera, pues no sirve para nada.

Viñador: Señor, déjala todavía este año. Yo cabaré alrededor y le echaré abono a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré.

Jesús: ¿Entendéis lo que quiero decir? Esforzáos por dar frutos de buenas obras, ahora que todavía estáis a tiempo.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández

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