28 marzo 2022

Domingo V de Cuaresma: Misa familiar

 Prepara: Javier Leoz


Objetivo: Descubrir que, el amor de Dios, es más grande que nuestros mayores pecados

Idea: Dios, en Jesús, da otro color a las leyes, a las normas: el amor es la gran Ley.

1. MONICIÓN DE ENTRADA

Muy buenos días a todos. ¡Sed bienvenidos a la Eucaristía en este 5º Domingo de la Santa Cuaresma! Va acercándose la Semana Santa, y poco a poco, vamos descubriendo los rasgos de Jesús y, ¡cómo no! el rostro de Dios. ¿Quién de los que estamos aquí no tenemos fallos? ¿Quién de los que, nos decimos amigos de Jesús, no hemos pasado por alto los pecados nuestros y, por el contrario, hemos aireado los de los demás?

Se acerca el Domingo de Ramos. Que el Señor, cuando entre camino de la Pasión, Muerte y Resurrección, nos encuentre dispuestos a cambiar a mejor. Sobre todo que, el Señor, nos encuentre también comprensivos con los demás. Iniciamos esta eucaristía. En este Año de la Misericordia, Santo y Jubilar, qué fuerza van a tener las lecturas –especialmente el evangelio- que vamos a escuchar.

Canto: Si te ti me alejé/ Vengo ante Ti mi Señor/ Victoria Tú Reinarás/ Cristo nos da la libertad/ Creo en Jesús


2. PENITENCIAL

1. Señor; tú sales a nuestro encuentro todos los domingos. ¿Seremos conscientes que, puede en Ti, mucho más el amor que nuestros pecados? Señor ten piedad. (En una cartulina se señalan con grandes números –del 1 al 10- diversos pecados).

2. Tú, Señor, morirás por salvarnos. No siempre te agradecemos lo mucho que has hecho por la historia y la salvación de la humanidad. Cristo ten piedad. (Se presenta un salvavidas donde ponga “Jesús”)

3. Jesús, con esta calculadora, queremos pedirte perdón por contar más los fallos de los demás que los de cada uno de nosotros. Señor ten piedad (Se presenta una calculadora grande)

3. PALABRA DE DIOS

Desde siempre, desde muy antiguo, Dios ha querido renovarlo todo. El hombre ha sido quien, en multitud de ocasiones, ha tenido miedo a seguir las orientaciones de los profetas, del Espíritu o de Jesús. Pronto vamos a tener una gran oportunidad: SEREMOS HOMBRES NUEVOS POR LA RESURRECCIÓN DE JESÚS. Como la mujer adúltera no tengamos miedo y corramos a los brazos del Señor.

4. ORACIÓN DE LOS FIELES

a) Por la Iglesia de la cual formamos parte. Para que nos haga descubrir que, en el camino de la perfección, podemos encontrar a Dios y ser más felices. Roguemos al Señor.

b) Por los que gobiernan los destinos de los pueblos y de las naciones. ¡Cuántas leyes que matan! ¡Cuántas leyes que asesinan! El aborto, la pena de muerte, la eutanasia. Para que las leyes defiendan la dignidad de las personas y no la muerte. Roguemos al Señor.

c) Por los que sufren. Para que no echemos más peso sobre la cruz de las personas. Para que hablemos menos y trabajemos más por fomentar la reconciliación y la recuperación de los que han cometido fallos en su vida. Roguemos al Señor.

d) Por nosotros aquí reunidos. Para que, ante la Semana Santa, busquemos un momento para confesarnos. Para reconciliarnos con Dios y, si estamos mal con alguien, también para darnos la paz. Roguemos al Señor.

5. OFRENDAS

a) Con estas piedras presentamos ante Ti, Señor, nuestro deseo de que transformes la dureza de nuestros corazones y de nuestros juicios en una mayor comprensión y respeto a las personas.

b) Con esta jarra de agua limpia y cristalina, Señor, queremos decirte que queremos comenzar la Pascua con un deseo de cambiar, de arrepentirnos de aquello que no vaya con nuestra vida cristiana. Lávanos y límpianos con tu gran poder, Señor.

c) Con el pan y el vino, presentamos, Señor, nuestro deseo de que te hagas presente en el camino de nuestro vivir. Que cuando el mundo nos desprecie y no nos valore, Señor, no olvidemos que tu mano y la Eucaristía nos dan fuerza y nos sostienen.

ORACIÓN

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si nos alejamos de Ti, 

buscando una felicidad  disfrazada

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si presumimos de ser mejores  que los demás

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si señalamos los defectos de  los demás 

y olvidamos los propios

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si te dejamos 

y nos perdemos por caminos  equivocados

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si nos ahogamos bajo la  carga de nuestros pecados

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si olvidamos que, Tú, 

ante todo eres Padre y no  juez

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si nos esforzamos 

y no conseguimos ser lo que  Tú quieres

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si venimos a la Eucaristía 

y no descubrimos tu corazón

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si escuchamos tu Palabra, 

y no siempre la seguimos

AYÚDANOS,  SEÑOR

Si te negamos y te ofendemos  de palabra y de obra

AYÚDANOS,  SEÑOR

Amén      

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