* Objetivo: transmitir que hemos de convertirnos de algo. Cambiar en algo o, incluso, de “alguien” que nos está induciendo a no dar fruto. A vivir según los dictados del mundo.
* Idea: Jesús nos enseña a vivir de una forma diferente
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Estamos ya en el tercer domingo de la Santa Cuaresma. Nos hacemos hoy la siguiente pregunta: ¿estamos haciendo algo extraordinario, como cristianos, para que se note que vamos camino de la Semana Santa? El miércoles de ceniza nos comprometimos a cambiar: ¿lo hemos intentado? Todos, en la vida de cada día, estamos tan encerrados en nuestros problemas que, escasamente, tenemos tiempo para reflexionar sobre cómo va nuestra vida de cristianos.
Que el Señor, que en este domingo nos invita a la conversión nos ayude en este Año de la Misericordia a poner nuestro corazón en los corazones y sufrimientos de los demás.
2. PENITENCIAL
a) Es fácil, Señor, cambiar las cosas de lado e incluso embellecerlas. Te pedimos perdón porque no cuidamos suficientemente la belleza del corazón y del alma. Señor ten piedad (en una bandeja se presentan diferentes productos de belleza: jabón, perfume, cremas. Conviene que sean visibles)
b) Tú Señor quieres que nuestro vivir sea digno, sin estridencias y con ideas claras. Pero a veces nos complicamos nosotros mismos la vida. Cristo ten piedad (se presenta una gran cuerda con muchos nudos)
c) Vivir en tu presencia, Jesús, no siempre lo conseguimos. A menudo nos encerramos en lo que la sociedad nos vende o nos presenta. Señor ten piedad (se muestra una caja totalmente cerrada y donde –en cada cara- ponga: YO, YO, YO, YO)
3. LECTURAS
El objetivo de la Cuaresma, como el de un entrenamiento deportivo, es desprendernos de aquello que estorba y poder presentarnos en la “gran final” en buenas condiciones físicas.
La Palabra de este día nos invita a la CONVERSIÓN. A darnos cuenta de que Dios siempre nos espera, de que su paciencia está ahí con una condición: QUE ESTEMOS DISPUESTOS A ABRIR NUESTRO CORAZÓN A EL CAMBIO VERDADERO EN NUESTRAS VIDAS. Escuchemos atentamente.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Si hay alguien que, durante muchos siglos, mantiene esta llamada a dirigir nuestros pasos hacia Dios, es la Iglesia. Pidamos para que el Señor la proteja, la conduzca y no nos falten nunca testigos de su amor. Roguemos al Señor.
2. Por los que gobiernan los destinos del mundo. Para que la ayuda internacional no olvide a tantas personas que sufren. Roguemos al Señor.
3.- Por el mundo. Sin Dios, como la higuera triste y seca, se quedará en la soledad. Para que no dejemos que nuestra vida se vaya secando por la ausencia de la oración o de la confianza en Dios. Roguemos al Señor.
4. Por los que piensan que el mundo está bien. Por aquellos que sólo piensan en sí mismos. Para que Dios les descubra que en la perfección se encuentran los ideales más altos del ser humano.Roguemos al Señor.
5. Por todos los sacerdotes. Para que les ayudemos con nuestras oraciones, cariño y comprensión. Para que en este Año de la Misericordia tengan un corazón grande para con Dios y con los demás. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
a) Con esta LUPA queremos expresar algo muy importante en este tercer domingo de la Cuaresma: DIOS NUNCA SE CANSA DE BUSCAR AL HOMBRE. Que como Moisés nos pongamos en camino hacia la Pascua y dejemos que el Señor mire en lo más profundo de nuestras conciencias y corazones.
b) Con este estuche de pinturas queremos significar y presentar ante el Señor nuestro deseo de PINTAR lo que hacemos y lo que somos con los colores de la FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR. Que la próxima Semana Santa nos encuentre preparados y distintos en algo.
c) Finalmente, ante el altar, traemos la ofrenda más agradable y santa a los ojos de Dios: el pan y el vino. Que Jesús los transforme en su Cuerpo y en su Sangre para que nunca nos falten fuerzas para mejorar y transformar lo que sea necesario.
ORACIÓN FINAL
De nuestros desencuentros contigo:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
En nuestras des-esperanzas y preocupaciones:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestras dudas y frialdad:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestro orgullo y soberbia:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra comodidad y avaricia:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que te encontremos y no te perdamos:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que estemos dispuestos a buscarte:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
Para que seamos conscientes de nuestras limitaciones:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra cerrazón hacia Ti:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra sordera y ceguera espiritual:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
De nuestra manera de ver y de sentir la vida:
¡CONVIÉRTENOS, SEÑOR!
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