Jesús, mi maestro y mi Señor,
yo quiero acercarme a Ti y a tu Evangelio
con un corazón de niño,
con ganas de ser enseñado por Ti.
Quiero acercarme a Ti
y quiero acercarme a la gente
con un corazón de niño
(por eso necesito lupas para ver-acoger):
sin arrogancias,
dispuesto a ver, a aprender,
dispuesto a compartir.
Jesús, mi Maestro y mi Señor,
quiero ser todo ojos
para verte y admirarte;
quiero ser todo oídos
para escuchar tus voz
y tus insinuaciones silenciosas;
quiero ser todo manos y todo pies
para seguirte cuando me llamas
y me invitas a la tarea-decisión;
quiero ser todo corazón
amando ciegamente a la gente que me das
como muestra tuya en la vida.
Jesús, quiero verte, escucharte a Ti,
quiero ver y escuchar a la gente,
quiero ver y escucharme a mí mismo,
quiero ver y escuchar a Dios.
Pplu-10
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