17 febrero 2022

Domingo 20 de febrero: DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO

 Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más el señor nos congrega en torno a su altar para alimentarnos con su palabra, que nos invita a perdonar a los enemigos, y saciarnos con su Cuerpo y Sangre.

Así pues, confiando en la misericordia del Señor, comencemos la celebración de los sagrados misterios pidiéndole humildemente perdón por nuestros pecados; de este modo, nuestra alma gozará con su salvación y le cantaremos por el bien que nos ha hecho.

· Tú, a quien ofendemos con nuestros rencores y divisiones.

· Tú, que nos haces comprender la importancia del amor sobre el odio.

· Tú, que nos animas siempre a amar y a perdonar.

Gloria

Colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración de los fieles: Haciendo nuestros los sentimientos de David, que perdonó a sus enemigo, y de Jesús, que en la cruz oró por sus verdugos, oremos a Dios Padre, que no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas.

1. Para que la Iglesia, familia de los que creemos en Jesús, dé constantemente testimonio ante el mundo del amor y del perdón de Dios. Roguemos al Señor.

2. Para que nunca falten en nuestra diócesis sacerdotes que nos descubran el camino de vida que Cristo nos ofrece. Roguemos al Señor.

3. Para que todos los pueblos de la tierra descubran la fuerza del amor, y trabajen incansablemente por la paz y la reconciliación. Roguemos al Señor.

4. Para que aquellos que guardan rencor en su corazón, descubran la fuerza del amor de Dios, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Roguemos al Señor.

5. Para que nosotros sepamos amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos odian, y perdonar a quien nos injuria. Roguemos al Señor.

Padre de misericordia, que en tu único Hijo nos revelas tu amor desinteresado y universal; atiende nuestra súplica y danos un corazón nuevo; haznos capaces de amar incluso a nuestros enemigos y de bendecir a los que nos hacen daño. Por Jesucristo nuestro Señor.

Poscomunión: Concédenos, Dios todopoderoso, alcanzar el fruto de la salvación, cuyo anticipo hemos recibido por estos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bendición solemne:

· El Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

· Y la bendición de Dios todopoderoso...

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