Nos persignamos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… amén.
Liturgia de la palabra. Lectura del santo evangelio según San Marcos 13, 33-37:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Estén preparados y vigilando, ya que no saben cuándo será el día. Es como un hombre que parte al extranjero, deja su casa al cuidado de sus sirvientes y le da a cada uno un trabajo. Y al portero le manda estar despierto. Lo mismo ustedes; estén despiertos, ya que no saben cuándo regresará el dueño de casa. Puede ser al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de repente y los encuentre dormidos. Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: estén despiertos”.
Comentario breve:
Marcos fue probablemente el secretario de Pedro (ver Hechos 12:1-12; 1 Pedro 5:13), y escribió su evangelio basándose en los relatos de los discípulos (principalmente de Pedro), ya que él no fue testigo presencial de los hechos que narra. Este fue el primer evangelio que se escribió. La mayoría de los estudiosos piensan que el evangelio fue escrito poco antes de la caída de Jerusalén, probablemente entre los años 65-70.
La tradición sitúa el lugar de composición en Roma. Los destinatarios de este evangelio pertenecían a una comunidad amenazada por la persecución y Marcos trataba de fortalecer su fe en Jesucristo, el Hijo de Dios resucitado. Muchos de los primeros cristianos creían que el regreso glorioso de Jesús era inminente.
Cuando pasó el tiempo y esto no ocurrió, el Evangelio de Marcos los animaba a perseverar en su fe en medio de las adversidades. ¡Estén alertas y despiertos porque nadie sabe cuando el Señor vendrá y no quieran que los encuentre dormidos!
La lectura de hoy nos presenta tres ideas importantes:
- Durante el tiempo de Adviento el énfasis pasará del fin del mundo (1er domingo) al anuncio del nacimiento de Jesús en el 2do domingo.
- Si nos mantenemos despiertos veremos todas las sorpresas que Dios nos da cada día.
- Los momentos más “oscuros” de nuestra vida son los que manifiestan la presencia de Dios de una manera especial. El está más cerca cuanto más lo necesitamos y nos llama a descansar en él. Sólo podremos reconocer su presencia si estamos despiertos.
Para la reflexión personal o comunitaria: Después de una pausa breve para reflexionar en silencio, comparta con otros sus ideas o sentimientos.
- ¿Me preocupo por mi encuentro con Cristo tanto como lo hago por mi retiro, la crisis económica o los huracanes?
- ¿Cómo puedo ayudar a alguien necesitado a celebrar el nacimiento de Jesús en esta Navidad?
Encendido de la vela para el Primer Domingo de Adviento 2021
Oración.
Guía. Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento, queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!, ¡Ven, Señor Jesús!.
Padre Nuestro.
Guía. Padre Nuestro…
Conclusión. Palabras de esperanza por parte del guía y se puede compartir.
Guía. Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos. Y seremos salvos. Amén.
Propósitos para la primera Semana de Adviento 2021:
- Ayudaré en casa en aquello que más me cueste trabajo.
- Rezaré en familia por la paz del mundo.
- Ofreceré mi día por los niños que no tienen papás ni una casa donde vivir.
- Obedeceré a mis superiores o padres con alegría.
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