05 junio 2024

Celebrando la Palabra - X Domingo del Tiempo Ordinario - (9 de junio)

 Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del X Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 9 de junio de 2024.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “¡¡Le tomaron por loco!!” o, “Los míos cumplen la voluntad de Dios”.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Nos reunimos, hermanos, como familia de Dios, para celebrar la comunión y la acción de gracias. Estos encuentros fraternales, nos tienen que animar a permanecer en servicio a nuestro pueblo. La gente espera de nosotros testimonio evangélico y no otra cosa.

Sabemos que ser testigos auténticos no es fácil, ni siquiera ventajoso, no produce beneficios según los criterios mercantiles de este mundo; pero es de un gran valor que las gentes de bien aprecian y valoran de corazón.

Sabiendo que lo que viene de Dios es para nuestro bien, celebramos la fe y la fraternidad para encarar la vida con veredero talante cristiano.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor que nos quiere como familia suya.

Acto penitencial

Por las veces que nuestro corazón no reconoce la presencia de Dios, Señor, ten piedad.

Por las veces que andamos aletargados o dormidos, Cristo, ten piedad.

Por las veces que no seguimos tus llamadas y evadimos nuestros compromisos, Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Oh Dios, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras suplicas; y concédenos, inspirados por Ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por J. N. S.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. La imagen de Adán y Eva es un símbolo que retrata la vida de los seres humanos. Cuando nos equivocamos y fallamos, recurrimos frecuentemente a la acusación o a la excusa. Pero con Dios no vale el engaño ni el ocultamiento. Él corrige y promete una salvación, que se cumple si nosotros colaboramos: si luchamos frecuentemente contra el mal y jugamos limpiamente con el Espíritu.

Todo lo que Dios hace, es para nuestro bien. Los que somos familia de Dios, no nos escandalizamos de Jesús; al contrario, nos unimos a Él en el talante espiritual y en el cumplimiento de la voluntad del Padre.

Lecturas. Gn 3,9-15. Salmo o canto. 2Co 4,13-15,1. Aclamación (Aleluya) Mc 3, 20-35. (Breve silencio)

Comentario homilético. Todos conocemos el relato del Génesis en el que se apoya el pecado original. Recordemos que Dios había diseñado muy bien la creación para que viviéramos ordenadamente felices disfrutando de la naturaleza. Según su plan: todo era bueno

Sin embargo, la mala ambición y la desobediencia inicial del ser humano desencadenaron la maldad en el mundo y viciaron la historia. Tal degeneración se ha ido contagiando infelizmente a lo largo de las generaciones. Nosotros somos testigo, por propia experiencia, de cómo arrastra la tentación y cómo se extiende el virus del pecado.

Esta narración simbólica del Génesis describe una realidad y trasmite un mensaje: La condición humana está expuesta a la tentación, a un ambiente viciado como consecuencia de una ambición desordenada y de una desobediencia que viene desde antiguano; pero hay también una oferta de salvación por parte de Dios, que todos tenemos a nuestro libre alcance.

El pecado es un fallo humano, nos desnuda, no quita la dignidad y nos avergüenza. Es un engaño porque es un mal uso de la libertad, un mal ejemplo y una tentación para que otros sigan ese camino. Es decir: corrompe íntima y socialmente. Pero también hay que decir que no estamos sometidos fatalmente al pecado. La promesa de redención se ha realizado plenamente en Cristo que ha vencido al pecado. En Él se ha desarrollado la iniciativa impresionante de Dios Padre: redimirnos desde dentro de la humanidad y elevarnos a la condición de hijos. Quien vive al estilo de Jesús no sólo evita que el veneno del pecado le haga daño, sino que comunica la espiritualidad de la salvación.

Hoy el texto del Evangelio nos da a entender que a Jesús le dijeron de todo, Y llegaron a pensar de Él casi de todo, algunos lo consideraron hasta endemoniado. ¡¡Qué atrevimiento!! no hay peor ciego que el que no quirie ver. No hay peor condición ni mayor equivocación que cerrarse a la evidencia y a los dones de Dios.

Ciertamente, Jesús se sale de lo corriente; es decir, no es una persona vulgar que hace lo que todo el mundo. Él sobresale por su honestidad, por su fidelidad a la verdad, al amor del Padre. Y, claro está que, en un mundo de mentiras y traiciones, ser como Jesús es ser un “anormal”.

Es por esto que, para Él sus verdaderos familiares no son solo los de su sangre, sino los que tienen a Dios por padre y hacen su voluntad. Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son sus hijos.

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que sorprenda por su misión arriesgada y valiente, roguemos al Señor.

Por todos los pueblos de la tierra, para que avancen en justicia y cooperación, roguemos la Señor.

Para que seamos cristianos despiertos, atentos y con mucha vida interior, roguemos al Señor.

Para que no impidamos a nadie la llegada a la fe por nuestra falta de testimonio auténtico, roguemos al Señor.

Por quienes sufren la frustración del desempleo, para que encuentren apoyo y trabajo, roguemos al Señor.

Por todos nosotros, para que seamos diligentes y responsables en todos nuestros quehaceres, roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Los verdaderos familiares de Jesús son los que cumplen la voluntad del Padre, los que se dejan conducir por el Espíritu. Que esta comunión signifique un mayor acercamiento al Espíritu y una mayor familiaridad con Jesús.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Desde la desnudez de nuestra condición humana,
amenazada por la tentación y el desorden,
te dirigimos, Señor, nuestra oración:

Es justo, Padre bueno, que te demos gracias
por la fe que nos llena de luz y de color.

Tenemos muchos motivos para estar contentos.
Resuenan en nosotros tus llamadas y tus promesas
y hasta tu aplauso cuando nos encuentras atentos y en vela.

Por la fe muchos cristianos eligen ser pobres,
limpian el corazón lo más que pueden,
trabajan la reconciliación, la paz y la justicia,
son rostro y manos de misericordia.

Por la fe muchos se convierten y otros encuentran su ideal.
La fe nos pide ser verdaderamente valientes
nos lanza a la inseguridad del agua,
y asegura que tu mano está tendida para salvarnos.

La fe nos hace portadores de la mística que regala el Evangelio,
símbolos y alternativa de fraternidad.

Padre santo, por la fe te conocemos mejor.
Y nos unimos a todas y todos los creyentes del mundo y te decimos:
Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: Canto

Acción de gracias

Padre bueno, abunda y crece el pecado; pero es más abundante tu gracia y más crecida tu oferta de salvación.

Padre santo, el antiguo pecado nos ha contagiado, nos seduce y hemos caído en muchas trampas; pero te damos gracias por la vida sana de Jesús y su alternativa de redención.

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Vivir despiertos y atentos.

Oración después de la comunión. se toma del misal

Bendición

Monición final. Algunos familiares de Jesús llegaron a pensar que lo que decía y hacía era una locura inalcanzable. También a nosotros nos pude rondar esta tentación. La verdad es que Dios no se cansa de provocarnos hacia la bondad; ante Él no valen escusas cuando fallamos o damos la espalda a la conciencia.

Salgamos a la vida diaria dispuestos a seguir buenos ideales y causas justas: Tengamos claro que no es posible poner una vela a Dios y otra al diablo. Dios nos quiere. No nos dejemos engañar por valores falsos. Somos la familia de Dios y de Jesús. Valoremos la sana locura del Evangelio.

Canto final y despedida

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