05 julio 2023

Domingo 9 de julio 2023 / 14º Domingo durante el año - Ciclo A

 —BIENVENIDA: 

Nos encontramos aquí reunidos, en este domingo décimo cuarto durante el año, para celebrar con fe y esperanza la acción de Jesucristo en nosotros, quien en el Evangelio de hoy nos dirá: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré", ya que todos necesitamos de este encuentro con Cristo, que nos trae paz y sosiego, y con su gracia alivia las exigencias del Evangelio.

El Señor, por boca del profeta Zacarías, nos presenta al Mesías como un rey; pero un rey manso, humilde y mensajero de paz. Y Jesús hace suya esta profecía, advirtiéndonos que sólo quien tenga un alma sencilla y humilde, podrá ser sus discípulos. Y en el encuentro y la unión con Él, experimentamos el alivio de su gracia sobre nuestra cruz y nuestros deberes.

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Zac 9, 9.19) 

En esta página del Antiguo Testamento, el Profeta nos habla de la humildad del Mesías y de la paz que traerá con Él, invitándonos a exultar de alegría ante su llegada.

SALMO RESP.:    (144, 1-2. 8-11. 13c-14)      

RBendeciré tu nombre eternamente.

2ª. LECTURA:     (Rm 8, 9. 11-13)   

El Apóstol nos exhorta a que vivamos como verdaderos cristianos, de acuerdo con el Espíritu de Cristo.

EVANGELIO:   (Mt 11, 25-30)

Jesús nos manifiesta su divinidad y su igualdad con el Padre eterno, y nos invita a entrar en su escuela, la escuela de Cristo, si se quiere conocer al Padre y al Hijo.

HOMILÍA

 

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, acudamos a nuestro Padre del Cielo, poniendo en sus manos, con toda humildad y confianza, nuestras necesidades y las de todos los hombres, nuestros hermanos.

GUÍA:  A cada una de las intenciones responderemos orando:

"PADRE, ESCÚCHANOS Y HAZNOS HUMILDES DE CORAZÓN"

—Padre, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que en su magisterio se siga manifestando tu Hijo, y así podamos conocer tu designio de amor, oremos...

—Padre, te pedimos por nuestro obispo y nuestros sacerdotes, concédeles la sabiduría necesaria para que siempre recibamos por su ministerio, tu Palabra que enseña, que guía, que alivia, que da ánimo, oremos...

—Padre, te pedimos por nuestra patria, para que ilumines los corazones de quienes la habitamos, y así podamos unirnos de verdad para construir una auténtica patria de hermanos, oremos...

—Padre, te pedimos por los que sufren, los que se encuentran solos y abandonados, para que encuentren en tu Hijo el alivio y la fortaleza que tanto necesitan, oremos...

—Padre, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que acogiendo en nuestro corazón las enseñanzas de Jesús, encontremos la paz y el sosiego que nos da su gracia y que alivia la carga de nuestros deberes, oremos...

 

CELEBRANTE:

Padre bueno, escucha favorablemente estas súplicas que hemos puesto en tu presencia, y concédenos la sencillez y humildad que nos pide tu Hijo, para que realmente podamos descubrir en sus enseñanzas, el camino que conduce a tu Reino. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Al presentar las ofrendas, presentémonos nosotros mismos a Dios, con un sincero y humilde deseo de hacernos pequeños para poder aceptar su misterio y su designio de amor.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Una vez más, como cada domingo, demos gracias al Padre, porque nos ha abierto un camino de vida, dándonos a su Hijo para que sea nuestra fortaleza en él, y nuestro alivio en las exigencias del Evangelio.

COMUNIÓN:

Nos ha dicho el Señor: "Vengan a mí... y así encontrarán alivio". Al comulgar con su Cuerpo, pidamos que él sea nuestra fuerza y sepamos acoger en nuestro corazón, sus enseñanzas de vida eterna.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Al despedirnos llevemos a nuestros hogares esta Palabra que hemos escuchado, y tratemos que ella se encarne realmente en nuestras vidas, así esta Eucaristía habrá renovado realmente nuestro corazón.

 

Nos despedimos cantando...

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