22 marzo 2022

Liturgia Domingo 27 de marzo 2022 / 4º Domingo de Cuaresma. Ciclo C

 —BIENVENIDA: 

Antes de la salida del celebrante

Hermanos, hemos llegado a la mitad de este tiempo de Cuaresma, celebrando hoy el cuarto domingo: el domingo "Laetáre" que tradicionalmente tiene un sentido especialmente festivo. Pone de relieve la alegría que proporciona la conversión. Dejémonos cautivar, ya desde ahora, por las palabras de la parábola evangélica: "Es justo que haya fiesta y alegría".

Hoy el Señor nos manifiesta el amor infinitamente misericordioso de Dios, amor que es un verdadero misterio que supera las explicaciones de la razón; Él se compadece de nuestra miseria y su amor se hace misericordia, llamándonos a confiar en ella, en una actitud de dar el paso hacia Él; actitud que no sólo espera, sino que Él mismo provoca. Y también nos llama a anunciar su misericordia a nuestros hermanos y a practicarla de verdad con cada uno de ellos.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Jos 4, 19; 5, 10-12)        

Este pasaje nos relata la feliz llegada a la tierra prometida. También a nosotros el Señor quiere conducirnos a la tierra prometida de su Reino.

SALMO RESP.:    (33, 2-7)      

R¡Gusten y vean que bueno es el Señor!

2ª. LECTURA:     (2 Co 5, 17-21 )   

Nuevamente nos anuncia el Apóstol, la gracia que hemos recibido por Jesucristo y nos llama a convertirnos. No dejemos pasar por alto esta llamada, ahora que tan cerca estamos ya de la Pascua.

EVANGELIO:   (Lc 15, 1-3. 11-32)

Escuchemos ahora la proclamación del santo Evangelio, que es luz para los ciegos, buena noticia para los pobres y hoy más que nunca, misericordia para los pecadores.

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, el Padre espera nuestra conversión y nuestro retorno a su casa; Él ha puesto la mesa, como en día de fiesta, para todos los hombres. Oremos para que nadie quede excluido.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"PADRE, ESCÚCHANOS Y ESPERA NUESTRA CONVERSIÓN "

—Padre bueno, te pedimos por la Iglesia, para que todos los hombres del mundo escuchemos su proclamación de un Dios Padre que nos ama tanto que tiene más deseos de perdonarnos, que nosotros de ser perdonados, oremos...

—Padre santo, te pedimos por el Papa Francisco, para que nos concedas que nos guíe y acompañe siempre con paternal solicitud, para llevar a cabo la misión que le tienes encomendada, oremos...

—Padre todopoderoso, te pedimos por nuestra patria, para que, respetándonos, a pesar de las diferencias políticas, todos aportemos nuestra colaboración en la tarea común de trabajar por la paz, la justicia y la libertad, oremos…

—Padre misericordioso, te pedimos por los que sufren, tanto espiritual como materialmente, para que descubriendo en ti a un verdadero Padre que se compadece de su miseria, encuentren en nosotros a verdaderos hermanos que ejercitan con ellos esa misma misericordia, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos por todos los cristianos, para que nuestra celebración sea una fiesta alegre por el amor que Tu nos tienes, al perdonarnos y acogernos sin nningún reproche, preparándonos el vestido, el anillo, las sandalias, el banquete y la orquesta, y recibiéndonos a todos como hijos tuyos, oremos…

CELEBRANTE:

Padre del cielo, tú no encuentras mejor manera de manifestar tu omnipotencia que perdonando y teniendo misericordia. Derrama tu amor sobre nosotros, para que, después de esforzarnos por realizar tu voluntad, podamos participar en tu fiesta eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Junto al pan y el vino, ofrezcamos hoy al Padre un sincero deseo de transformación de nuestras vidas y de nuestras familias, para que ellas sean acogedoras, con puertas siempre abiertas.

 

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Demos gracias al Padre que nos llama a participar de su fiesta, de su banquete, sin tener en cuenta que somos pecadores y que siempre nos espera como hijos suyos.

COMUNIÓN:

En el Evangelio hemos escuchado que el Padre decía: "Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida". Esta Eucaristía que vamos a comer es ya un anticipo de ese banquete que el Padre celestial prepara para nosotros.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Ya hemos recorrido tres semanas de este tiempo de Cuaresma y nos quedan tres más para llegar a la Pascua. Esta parábola del Padre misericordioso debe ser lo que nos haga recapacitar y decidir a convertir nuestras vidas, para encontrarnos con el Padre que nos espera.

Nos despedimos cantando...

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