«Porque es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus criados y les confió su hacienda. A uno dio cinco millones, a otro dos y a otro uno, a cada uno según su capacidad; y se fue. El que había recibido cinco se puso en seguida a trabajar con ellos y ganó otros cinco. Asimismo el de los dos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno solo fue, cavó en la tierra y enterró allí el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, volvió el amo de aquellos criados y les tomó cuenta. Llegó el que había recibido cinco millones y presentó otros cinco, diciendo: Señor, me diste cinco millones; aquí tienes otros cinco que he ganado. El amo le dijo: ¡Bien, criado bueno y fi el!; has sido fi el en lo poco, te confiaré lo mucho. Entra en el gozo de tu señor. Se presentó también el de los dos millones, y dijo: Señor, me diste dos millones; mira, he ganado otros dos. Su amo le dijo: ¡Bien, criado bueno y fiel!; has sido fi el en lo poco, te confiaré lo mucho. Entra en el gozo de tu señor. Se acercó también el que había recibido un solo millón, y dijo: Señor, sé que eres duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Tuve miedo, fui y escondí tu millón en la tierra. Aquí tienes lo tuyo. Su amo le respondió: Siervo malo y holgazán, ¿sabías que quiero cosechar donde no he sembrado y recoger donde no he esparcido? Debías, por tanto, haber entregado mi dinero a los banqueros para que, al volver yo, retirase lo mío con intereses. Quitadle, pues, el millón y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese criado inútil echadlo a las tinieblas exteriores. Allí será el llanto y el crujir de dientes»
Mateo 25, 14-30
PARA MEDITAR
Hoy es la fi esta de Cristo Rey. Seguro que cuando éramos muy pequeños nos han dicho eso de que somos “los reyes de la casa”. Con eso nos querían decir que nos quieren mucho y que somos muy importantes para nuestros padres y abuelos.
Pues Jesús debe ser algo así para nosotros. Debe ser el rey de nuestra casa, el rey de nuestro corazón, el rey de lo que hacemos. Debe reinar en nuestra vida. Hay veces que nos olvidamos de lo importante que debe ser Jesús para cada uno de nosotros, por eso la fi esta de hoy puede servir para tener esto más presente y reforzar nuestra fe.
PARA HACER VIDA EL EVANGELIO
- ¿Es Jesús el rey de tu casa, el que reina en las cosas que haces? Escribe un ejemplo donde hayas hecho algo debido a que Jesús ha sido el impulso para hacerlo.
- ¿Qué quiere decir que Jesús es el Rey del Universo? ¿Qué supone esto para los cristianos?
Escribe un compromiso para hacer esta semana para que Jesús esté presente de forma especial esta semana en todo lo que hagas.
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