EL PAN COTIDIANO DE LA MISERICORDIA: LA NO VIOLENCIA
La violencia es un desahogo, es una afirmación de poder, es una reacción de defensa de la propia dignidad arrebatada, es una forma de humillación, de prepotencia o de imposición… o de venganza… Así actúan aquí los discípulos, del mismo modo como han actuado los de la aldea de Samaría. La violencia que se me hace a mí, está llamando a las puertas de mi propia agresividad. A la violencia se le responde con una mayor violencia, hasta la destrucción del otro, imposibilitado de ser eficazmente violento: guerras defensivas o preventivas…o incluso guerras “¡humanitarias!”…
¡ATRÉVETE A… NO RESPONDER AGRESIVAMENTE!
La no violencia es una forma de misericordia en un momento en que los demás son inmisericordes conmigo: me quieren mal, me rechazan, no me aceptan, me echan fuera de “su círculo”… Atrévete a vivirte en positivo y, por tanto, a no reaccionar agresivamente sino todo lo contrario: «vence al mal a fuerza de bien» (Rom 12,21).
UNA OBRA DE MISERICORDIA
Si a tu alrededor hay personas agresivas y sobreviene un momento de tensión, reacciona en positivo, negándote a responder agresivamente. ¡Muérdete la lengua! ¿Serás capaz?
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