MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos bienvenidos a la Eucaristía. La Iglesia conmemora en este domingo la dedicación de la Basílica de Letrán. Esta dedicación se remonta a los tiempos del Emperador Constantino en el siglo IV. Lo que vamos a celebrar es la consagración de la primera catedral del Papa y así se constituyo la primacía del Obispo de Roma y de la Iglesia romana como madre de todas las Iglesias de la Urbe y del Orbe. Vamos a celebrar la universalidad de la Iglesia de Dios y por eso demostramos nuestra gran alegría en el comienzo de nuestra Eucaristía de hoy.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Nuestra primera lectura de hoy procede del capítulo 47 de la profecía de Ezequiel. El agua nace en el templo y purifica un mar contaminado y muerto. Es una bellísima lectura que merece la pena escuchar con mucha atención.
S.- El Salmo 45 el salmista nos muestra como Yahvé, presente en el templo, protege a todos sus criaturas. La alegría del agua en las acequias guarda relación con la lectura del profeta Ezequiel que acabamos de escuchar. Es un salmo de confianza y de agradecimiento total a Dios.
2.- Vamos a escuchar, como segunda lectura, un fragmento de la primera carta de San Pablo a los fieles de Corinto que se adapta perfectamente a la fiesta que celebramos hoy: nos habla del Templo de Dios y que nosotros somos templos de Dios.
3.- La escena del Evangelio de San Juan sobre la expulsión de los mercaderes del templo reviste categoría de símbolo de purificación del recinto sagrado. No es lugar el templo para negocios y mercadeos. Además, Jesús hará al final referencia a su cuerpo como templo vivo, que resucitará el tercer día.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Escuchemos con mucha atención la breve plegaria del padre Leoz para estos momentos finales de nuestra eucaristía
MADRE DE TODAS LAS IGLESIAS
San Juan de Letrán, Catedral del Papa
la primera entre todas, y por tu significado,
eclesialmente la más hermosa.
Acoge, en este día de tu dedicación,
las miradas y el homenaje
el tributo, el cariño o el compromiso
de estar cosidos a ti, todos tus hijos.
Amén
Exhortación de despedida
Hemos aprendido hoy que nuestra fe viene de lejos. La consagración de Letrán de produjo hace más de mil setecientos años. Y ahí sigue, desde Roma, vigía u seguridad de nuestra fe.
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