22 junio 2014

Corpus Christi, 22 junio

La eucaristía es entrar en comunión con Él, con su experiencia, con sus obras y pa- labras, con todo su recorrido vital. No sólo es un pan para adorar, sino un pan para vivir: recibirlo en nosotros es transformar la vida para vivirla al estilo de Jesús, con todos sus valores. Es una nueva vida. Y para partir ese mismo pan recibido, compartiéndolo comprometidamente con los necesitados reales de nuestra sociedad, a favor de la solidaridad y la justicia, hasta entregar la vida.
Encendemos la vela de este día: COMUNIÓN COMPROMETIDA.
Todo fue así: tu voz, tu dulce aliento
sobre un trozo de pan que bendijiste,
que en humildad partiste y repartiste
haciendo despedida y testamento.
«Así mi cuerpo os doy como alimento.... »
¡Qué prodigio de amor! Porque quisiste,
diste tu carne al pan y te nos diste,
Dios, en el trigo para el sacramento.
Y te quedaste aquí, patena viva;
virgen alondra que le nace al alba
de vuelo siempre y sin cesar cautiva.
Hostia de nieve, nube, nardo, fuente;
gota de luna que ilumina y salva.
y todo ocurrió así, sencillamente.
Sencillamente, como el ave cuando
inaugura, de un vuelo, la mañana;
sencillamente, como la fontana
canta en la roca, agua de luz manando:
sencillamente, como cuando ando,
como cuando Tú andabas la besana,
cuando calmabas sed samaritana,
cuando te nos morías perdonando.
Sencillamente. Hora de paz. ¡Qué leves
tus manos para el pan, para el amigo!
Cena de doce y Dios. Noche de Jueves.
Y era en Jerusalén la primavera.
y era blanco milagro ya aquel trigo.
Sencillamente: «Éste es mi cuerpo». Y era.
Antonio y Carlos Murciano


PAN Y PALABRA
Hay palabras
sin golpes de azada,
ni sol en la piel,
ni fermento en las entrañas,
ni piedras de molino,
ni fuego de horno,
ni aroma de ternura.
¡Hay palabras que no son pan!
Hay panes
que no tienen sosiego,
ni miran a los ojos,
ni llaman por el nombre,
ni abren el rostro,
ni comparten el alma,
ni saben a infinito.
¡Hay panes que no son palabra!
Yo busco un pan
que sea palabra
en el encuentro.
Yo busco una palabra
que sea pan
en el desierto.
Benjamín González Buelta, sj, ”La pascua de los sentiodos”,
Ed. Sal Terrae, Santander 2013, pp. 136-137.

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