Domingo de la Presentación del Señor
1-
Entrada:
Queridos hermanos, hoy celebramos la
Presentación del Señor. Jesús es llevado por sus padres al Templo para ser
consagrado a Dios. Acompañemos este acto religioso con su misma fe y devoción.
Cantemos con alegría.
2-
Liturgia de la Palabra:
Escuchemos lo que los
humildes, justos y sabios inspirados por el Espíritu Santo dicen acerca del Niño
cuando reconocen en él al Mesías esperado.
3- Oración de los fieles:
Conducidos
por el Espíritu de Dios, digamos con fe: Muéstranos, Señor, tu Salvación.
-
Por
la Iglesia, para que al celebrar hoy la Jornada de la Vida Consagrada, pida al
Padre que envíe y sostenga muchas vocaciones para el servicio pleno del Reino.
-
Por
todos los pueblos del mundo, para que levanten las puertas de sus corazones y
dejen entrar al Rey de la gloria que quiere iluminar sus vidas.
-
Por
cada uno de nosotros, consagrados a Dios por el Bautismo, para que sepamos
alabarlo en nuestro propio cuerpo como templos vivos y respetemos también el
recinto sagrado que nos cobija.
-
Por
todos los que viven una prueba o sufrimiento, para que encuentren ayuda en
Jesús, sabiendo que Él también lo padeció.
-
Por
todos los difuntos, para que experimenten el triunfo de Jesús sobre la muerte y
gocen así de la Resurrección.
4-
Ofrendas:
Como María y José que ofrecieron en
sacrificio un par de aves, hagamos nuestra ofrenda monetaria que acompaña al
pan y el vino, signo de nuestro humilde amor al Señor.
5- Comunión:
Jesús es el Mesías, el Señor, que se hizo
en todo semejante a nosotros para traernos la Salvación, vayamos a su encuentro
en la Comunión. Lo hacemos cantando.
6-
Despedida:
Con la alegría de habernos encontrado con el Señor, vayamos, como la Sagrada
Familia, de regreso a nuestros mundos cotidianos con el firme propósito de
seguir creciendo en la gracia de Dios. Nos despedimos cantando.