29 julio 2013

Santos del día, 29 de julio

SANTA MARTA. Era hermana de María y de Lázaro, la familia de Betania amiga de Jesús, en cuya casa el Señor se encontraba muy a gusto. San Juan nos dice que «Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro» (Jn 11,5). Dos escenas del evangelio nos lo evidencian. Marta acogió en su casa a Jesús; éste se entretenía con María; Marta se quejó de la falta de colaboración de su hermana, y entonces escuchó el dulce reproche de Señor que establece la jerarquía de valores: «Marta, Marta, una sola cosa es necesaria» (Lc 10,41-42); Marta hospedó al Señor y le sirvió con esmero. No menos emotivo es el episodio de la resurrección de Lázaro, y el diálogo que la precede entre Jesús y Marta cuando ésta sale a su encuentro y acaba confesando: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo» (Jn 11,27). -Oración: Dios todopoderoso, tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta y se albergó en su casa; concédenos, por intercesión de esta santa mujer, servir fielmente a Cristo en nuestros hermanos y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SAN LÁZARO Y SANTA MARÍA DE BETANIA. Son los hermanos de Marta y formaban la familia de Betania tan querida y tan frecuentada por Jesús. El Evangelio de san Juan (Jn 11) narra extensamente la resurrección de Lázaro realizada por Cristo. Ante la muerte de su amigo, Jesús lloró, y los judíos comentaron: «Mirad cómo le quería» (Jn 11,36). A lo que nos dicen los evangelios, se han añadido multitud de leyendas, como la de hacerlo obispo de Marsella, u obispo y mártir de Chipre. Sobre María de Betania los evangelios traen momentos de gran intensidad espiritual, como su diálogo con Jesús momentos antes de la resurrección de Lázaro (Jn 11,28ss), o cuando María ungió los pies de Jesús en Betania antes de la Pasión (Jn 12,1ss), o la escena en que María, también en Betania, estaba sentada a los pies del Señor escuchando su palabra y, cuando Marta se quejó de que su hermana no la ayudaba, Jesús acabó diciéndole: «María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán» (Lc 10,38ss).
BEATOS LUIS MARTIN Y CELIA GUÉRIN . Esposos y padres de santa Teresa del Niño Jesús. Él nació en Burdeos en 1823 y ella en Gandelain en 1831. Los dos eran descendientes de familia militar y se educaron en centros religiosos; él era relojero y ella artesana del «punto de Alençon», un encaje de los más famosos. En su juventud los dos quisieron en vano abrazar la vida religiosa, él en los Agustinos, ella en las Hijas de la Caridad. La relación entre ellos comenzó en Alençon. Tres meses después de su primer encuentro, contrajeron matrimonio el 13 de julio de 1858. Llevaron una vida matrimonial ejemplar: misa diaria, oración personal y comunitaria, confesión frecuente, participación en la vida parroquial. Tuvieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron prematuramente. A los 45 años, Celia recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho y pidió a su cuñada Celina que ayudara a su marido en la educación de los más pequeños. Murió el 28 de agosto de 1877. Luis se encontró solo para sacar adelante a su familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía la tía Celina. Luis acompañó a cuatro de sus hijas al Carmelo y a una a la Visitación. El sacrificio mayor fue separarse de Teresa, la pequeña, que entró en el Carmelo a los 15 años. Luis tenía una enfermedad que lo fue invalidando hasta llegar a la pérdida de sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio de Caen. Murió en La Musse (Eure) el 29 de julio de 1894. Fueron beatificados los dos juntos el año 2008 y se celebra la memoria de los dos juntos el 13 de julio, aniversario de su boda.

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