14 enero 2011

Volver a lo cotidiano


Los días de fiesta se han acabado, ya en las casas y en las calles las luces se han apagado, y son muchos los que opinan que llegó el tiempo de volver a lo cotidiano, de volver a tomar las cosas de cada día..., los niños han de volver al colegio, los jóvenes a sus estudios y los mayores a sus tareas más habituales.
Sin embargo hace pocos días, al empezar el año, nos hemos deseado un tiempo distinto, nos hemos dicho que ojala el año nuevo, este 2011 recién iniciado, traiga a todos el bienestar material, sin demasiadas preocupaciones, y también el deseo de ver cumplido el anhelo de bien hacer las cosas, de mejorar en nuestra responsabilidad y en nuestras relaciones con los demás para seguir caminando por la senda de la santidad.
Nos hemos dichos con frecuencia: “Año nuevo, vida nueva”, ahora es el momento de demostrarnos que no buscamos retomar las cosas de cada día sin darles un sentido y un valor nuevo, con el corazón puesto en el deseo de intentar mejorar cuanto está a nuestro alcance, por pequeño que sea, para que con la colaboración de todos, el año se vaya tejiendo en un ir y venir de aciertos encaminados a hacer realidad los deseos que hemos expresado para este año.
Sería bueno que volver a lo cotidiano no significase para nadie volver a las cosas difíciles y tristes vividas en el año ya acabado.

Texto: Hna. Carmen Solé.

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