R I T O S I N I C I A L E S
CANTO DE ENTRADA.
Reunidos en el nombre del Señor que nos ha congregado ante su altar, celebremos el misterio de la fe bajo el signo del amor y la unidad. Celebremos el misterio de la fe bajo el signo del amor y la unidad.
Tú, Señor, das sentido a nuestra vida, tu presencia nos ayuda a caminar, tu Palabra es fuente de agua viva que nosotros sedientos a tu mesa venimos a buscar.
SALUDO Y MONICIÓN.
ACTO PENITENCIAL.
GLORIA.
ORACIÓN COLECTA.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro del Éxodo 22, 20-26.
Esto dice el Señor: No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrantes fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si los explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero cargándole intereses.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.
PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 17.
Antífona: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador: Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu ungido.
SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10.
Hermanos:
Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya.
No solo ha resonado la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde vuestra comunidad, sino que además vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.
PALABRA DE DIOS
ALELUYA.
Antífona: El que me ama guardará mi palabra –dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 22, 34-40.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?».
Él le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente».
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas.
PALABRA DEL SEÑOR
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Canto:
Bendito, bendito seas Señor por el pan y por el vino, bendito; bendito seas Señor que de ti los recibimos; bendito seas Señor.
Te presentamos este pan, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. Él será para nosotros pan de vida.
Te presentamos este vino fruto de la vid y del trabajo de los hombres. Él será para nosotros bebida de salvación.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO.
RITO DE LA PAZ.
CORDERO DE DIOS.
COMUNIÓN.
Canto:
Si me falta el amor, no me sirve de nada. Si me falta el amor, nada soy. (Bis)
Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor.
Aunque todos mis bienes dejase a los pobres y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor.
Aunque yo desvelase los grandes misterios y mi fe las montañas pudiera mover, no tendría valor, ni me sirve de nada, si me falta el amor.
Canto:
Al que me ama, al que me ama mi Padre lo amará, y vendremos a él, vendremos y haremos morada en él.
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti Dios mío.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Te quiero por quererme, Señor. Porque me haces la vida más bonita, porque un día decidiste llamarme, porque tu amor me hace amoroso.
Te quiero porque Tú me invitas a aceptarme, porque Tú me enseñas a quererme, porque Tú dinamizas mi crecimiento, porque Tú me impulsas a entregarme.
Te quiero por tantas personas que has puesto en mi camino, porque me enseñas a quererles, por todo lo que ellas me complementan, por todo lo que puedo entregarles.
Te quiero por el mundo que soñamos juntos, porque cuentas conmigo para construirlo, porque siento tu fuerza en mis entrañas, porque cada mañana me pones en camino.
Te quiero por este corazón que me has dado, que ama y necesita ser amado, y no descansará hasta que deje brotar todo el amor que Tú has puesto dentro de cada uno de nosotros.
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Canto.
Seréis mis testigos, testigos del amor; seréis mis testigos, testigos de mi Amor; seréis mis testigos, testigos de la paz; seréis mis testigos, testigos de mi Paz.
Testigos de confianza, testigos del perdón, testigos de esperanza, cada cual desde su don, testigos de alegría, la alegría del Señor.
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