Monición de entrada
Queridos hermanos, con la más cordial de las bienvenidas les recibimos en la Casa de Dios en el Decimoctavo domingo del Tiempo Ordinario.
La eucaristía hoy nos propone primero la reflexión sobre la sabiduría de Dios y después nos incita a participar en la mesa del Señor para aprender a compartir.
Comencemos esta celebración cantando con gozo. De pie…
Moniciones a las Lecturas
Opción 1: Monición para todas las lecturas
Las lecturas de hoy nos invitan, por tanto, a reflexionar sobre nuestra relación con el dinero, con las riquezas en general. El pasaje del Eclesiastés nos pide tener cuidado con poner una confianza absoluta en las riquezas materiales. El pasaje del evangelio de Lucas insiste en esta advertencia y la carta a los Colosenses nos recuerda que, por el bautismo, nos hemos comprometido a llevar una vida nueva en Cristo. Ésa es nuestra auténtica riqueza. Atesoremos en el cielo, escuchando atentamente esta Palabra.
Opción 2: Monición para cada una de las lecturas
Primera Lectura (Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23)
El Eclesiastés o Qohelet, pseudónimo del autor, nos pone hoy ante la radical incapacidad de las cosas para dar al hombre la felicidad que su corazón ansía. Escuchemos.
Salmo Responsorial (Salmo 89)
Ante todo lo que nos rodea con fecha de caducidad, Dios es eterno y se convierte en nuestro refugio. Por eso decimos con el salmista:
Segunda Lectura (Colosenses 3, 1-5. 9-11)
Continuando con el discurso sobre el hombre viejo y el hombre nuevo, encontramos hoy una coincidencia entre Pablo Qohelet: El hombre nuevo excluye todo abuso en el uso de los bienes temporales, concretamente la impureza, la avaricia y la idolatría, y busca las cosas de arriba.
Evangelio (Lucas 12, 13-21)
Como Qohelet, Jesús hoy nos previene que otros disfrutarán de los bienes acumulados y nos da una visión superior de las realidades humanas. Preparémonos cantando el aleluya para escuchar esta Palabra.
Oración de los Fieles
- Por nuestra Santa Madre Iglesia, para que siga conduciéndonos con sabiduría hacia los verdaderos tesoros del Reino de los Cielos. Oremos.
- Por los políticos, para que olviden sus intereses personales y no caiga en lógicas humanas aburguesadas, sino que promuevan el bien social que proviene de la justicia según Dios. Oremos.
- Por los que atesoran las riquezas de este mundo, para que sepan compartirlas con los más necesitados. Oremos.
- Por todos nosotros, para que usemos la sabiduría divina y busquemos los verdaderos tesoros del Reino de los Cielos. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Junto al pan y el vino, presentemos también al Señor nuestras ofrendas materiales, para que Dios nos ayude a desprendernos de ellas. Cantemos.
Comunión
Ahora acerquémonos a comer del Pan que da la Vida Eterna y nos ayuda a mirar y buscar primero las cosas de arriba.
Final
Después de habernos alimentado del Pan que da la Vida y de habernos dejado instruir por la Palabra de Dios, vayamos a vivir sabiamente en medio de un mundo materializado y esclavo del dinero.
Bibliografía: Aldazábal, José, Enséñame tus caminos 10 – Los Domingos Ciclo C, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona; La Casa de la Biblia, Tú tienes palabras de vida – Lectura Creyente de los Evangelios Dominicales Ciclo C, Editorial Verbo Divino
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