11 diciembre 2015

Comentario Domingo III de Adviento

Oración
Oh Dios Padre:
“Tanto amaste a la humanidad que nos enviaste a tu Hijo hasta hacerse hombre como nosotros”.
Nos preparamos a celebrar su venida, anunciado por tus profetas de Israel y gestado en el seno de María de Nazaret.
Te pedimos que tu Espíritu nos haga comprender la gran Nueva de su nacimiento.
–  Que penetre la oscuridad de nuestro corazón con su luz radiante y nos ensanche el corazón.

–  Que llene de esperanza y amor a tantos hombres y mujeres que sufren y lloran a lo ancho del mundo.

–  Que inspire un gran deseo de paz y justicia en los pueblos y nos haga trabajar para conseguirlos.
ASÍ SEA.

Lucas 3,10-18
«10Y las muchedumbres le preguntaban [[a Juan]] diciendo: “Así pues, ¿qué haremos (= debemos hacer)?”. 11Pero, respondiendo, les decía: “El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene, y el que tiene alimentos, que haga lo mismo”.
12Vinieron también unos publicanos a ser bautizados, y le dijeron: “Maestro, ¿qué haremos (= debemos hacer)?”. 13Pero él les dijo: “No exijáis más de lo que os está fijado”.
14Le preguntaron también unos soldados, diciendo: “¿Qué haremos (= debemos hacer) también nosotros?”. Y les dijo: “No extorsionéis a nadie, ni denunciéis falsamente, sino contentaos con vuestros salarios”.
15Como el pueblo estaba expectante y todos andaban pensando en sus corazones acerca de Juan si no sería él el Cristo, 16declaró Juan diciendo a todos: ‘Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 17En su mano tiene el bieldo para aventar su parva y recogerá el trigo en su granero, pero quemará la paja con fuego que no se apaga. 18Así, con otras muchas exhortaciones, evangelizaba al pueblo»
¡PALABRA DEL SEÑOR!

CONTEXTO
Este evangelio también forma parte de la presentación de la misión y destino de Juan Bautista (Lc 3,1-20), y recoge la mayor parte de su proclamación (vv. 7-18; faltan los vv. 7-9). Es, pues, la segunda parte, el corazón, del tríptico referido a Juan. Después seguirá el breve relato de su destino (vv. 19-20). Y, de inmediato, la entrada en escena del Jesús adulto y en misión.

TEXTO
Tiene dos partes: a) Tras la intervención de Juan hablando a la gente, en la que exhorta a “dar frutos dignos de conversión” (vv. 7-9, que no aparecen en el evangelio de hoy pero conviene leer), los vv. 10-14 nos presentan la reacción de tres tipos de personajes (gente, publicanos y soldados), todos con la misma pregunta, que, por supuesto, emerge como clave de comprensión de esta primera parte: ¿qué debemos hacer? El bautismo de Juan (centro del texto) conlleva un determinado comportamiento ético; en sentido general, la experiencia de Dios tiene consecuencias directas en la vida; y también, el contacto con las personas de Dios supone un cuestionamiento de la vida y una nueva orientación, como aparece en las tres respuestas de Juan. b) La segunda parte (vv. 15-18) se centra en el pueblo (laos, término técnico del pueblo elegido), en sus dudas sobre la verdadera identidad de Juan (v. 15), y en una solemne declaración de Juan, en la que se contrapone al auténtico Mesías que viene (el más fuerte que yo) (v. 16) y la previsión (¿acertada?) de su actuación (v. 17). El v. 18 presenta la inclusión del término “pueblo” y un verbo central del evangelio de Lucas: evangelizar (euaggelizomai), es decir, proclamar la Buena Noticia, que es la acción continua que desarrollaba Juan.

ELEMENTOS A DESTACAR
• Gente, publicanos, soldados… todos preguntan lo mismo: ¿qué debemos hacer? Son importantes las consecuencias prácticas del encuentro con Dios, de modo que la espera de Adviento tiene que provocar esa misma pregunta: ¿qué debo hacer?
• Los “tipos” de personajes son especiales, ‘marcados’ algunos por el estigma de su oficio: todas las personas, en sus concretas situaciones o ‘marcas’, están llamadas a un nuevo inicio, a una vida en relación con Dios por medio de sus anunciadores.
• El “hombre de Dios”, el profeta Precursor, llega hasta los corazones de las gentes pero no es prisionero de los mismos. Provoca el descubrimiento, no de él, sino de quien es precursor, de Jesús. Apropiación de lo divino (mensaje, comportamiento moral) para un descentramiento de sí mismo, señalando siempre al Otro, al Mesías. Ejerce verdaderamente de puente, es ‘acceso a Dios’. Dios no se brinda para un ‘gozo espiritual personal’ sino para capacitarnos en la misión evangelizadora.
• ‘Con otras muchas exhortaciones’ (lit. ‘exhortando con muchas otras cosas’) evangelizaba… Pluralidad de modos y maneras, creatividad, inserción en la realidad… ¿Cómo ser hoy y ahora anunciador de la Buena Nueva de Jesús?

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.
Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

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