11 agosto 2015

Érase una vez...La alondra moñuda



Una alondra moñuda cayó en una trampa y se dijo suspirando:
-- ¡ Desgraciada alondra ! A nadie has robado ni oro ni plata, ni cosa valiosa alguna; llevarse un insignificante granito de trigo ajeno será la causa de tu muerte.
  
Nunca te expongas a un gran peligro por un mezquino beneficio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario