04 junio 2015

Comentario al Evangelio de hoy

Queridos hermanos, paz y bien.
¿Qué he de hacer para heredar la vida eterna?, preguntó el joven rico hace unas semanas. Una pregunta vital, de vida o muerte (eterna). Ahora, pregunta sobre el mandamiento más importante. Nosotros tenemos diez mandamientos, pero los judíos tenían más de seiscientos.
Jesús hace que todo parezca muy fácil. En lo de amar a Dios, todos podemos estar de acuerdo. No he conocido a ningún cristiano que no aceptara esta parte de la respuesta de Jesús a este escriba. Es la segunda parte la que da más problemas. Quizá porque a Dios lo creemos lejos, y el prójimo está ahí, próximo. Y nos cuesta relacionarnos con los demás tal y como nos relacionamos con Dios.
Es verdad que no se puede amar a todo el mundo. Pero entre el amor y el odio, entre el interés y la indiferencia, hay muchas gradaciones. “Hoy te odio y mañana te amo” es algo que pocas veces se ve. Es preciso tiempo y esfuerzo, además de mucha oración, para amar a algunos “prójimos”. Tenemos que intentar ser como Dios. Y si le amamos a Él, tenemos que amar a los demás.
Amor sin perdón no puede vivir. Nos lo recuerda una historia de Anthony de Mello: El discípulo: «¡No te acuerdes de mis pecados, Señor!». El Señor.: «¿Pecados? ¿Qué pecados? Como tú no me los recuerdes... Yo los he olvidado hace siglos». El Amor no lleva cuenta de las ofensas.
Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario