Domingo 3° de Adviento
1- Entrada:
Queridos jóvenes, todo el Adviento es un tiempo de gozosa expectativa, pero este tercer domingo acentúa particularmente el tema de la alegría. ¿Estamos nosotros verdaderamente alegres por la proximidad del Señor? Vivamos a pleno esta Eucaristía y comencemos cantando.
(En muchos lugares se utiliza una corona con velas para ir marcando el ritmo de este tiempo de preparación. Cada domingo proponemos una oración para encender la vela correspondiente, que puede hacerse luego del saludo inicial).
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia: el Señor va a llegar.
Preparen sus caminos, porque ya se acerca.
Aclamen de corazón
como una novia se engalana el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos,
envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
2- Liturgia de la Palabra:
En la Palabra de hoy, Isaías, María y Pablo nos invitan a la alegría. Juan el Bautista nos dice el motivo: en medio de ustedes está Jesús. Escuchemos con atención.
3- Oración de los fieles:
Con el gozo de saber que Dios nos mira y nos escucha con bondad, elevémosle nuestras intenciones diciendo: ¡ven, Señor Jesús!
- Por el Papa Francisco, para que nos siga enseñando a vivir la alegría del Evangelio y a anunciarla a quien todavía no la conoce.
- Por los pobres de nuestro país y del mundo entero, para que Dios los colme de bienes a través del amor de los hermanos y de las acciones que gobernantes y poderosos deben hacer.
- Por los jóvenes, para que estén siempre alegres en el Señor, cuidándose del mal en todas sus formas y quedándose con lo bueno.
- Por los que están solos, tristes o enfermos, para que el nuevo nacimiento de Jesús en esta Navidad les traiga compañía, alegría y salud.
4- Ofrendas:
Dios mira con bondad nuestra pequeñez, por eso nos atrevemos a presentarle junto al pan y el vino, nuestra vida humilde. Cantemos mientras hacemos nuestras ofrendas.
5- Comunión:
Experimentemos la alegría que nos propone la Misa hoy, recibiendo a Jesús en la Comunión. Nos acercamos cantando.
6- Despedida:
Cada vez falta menos para la Navidad, vayamos a nuestros ambientes a contagiar esta alegría. Nos despedimos cantando.
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