Puestos ante ti, Señor, sabiéndonos muchas veces insensibles e incoherentes, nos atrevemos a pedirte:
VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR
- Por la Iglesia, semilla de tu Reino, para que esté siempre sencillamente puesta al servicio de una humanidad reconciliada, cuya cabeza es Cristo, rey del universo.
- Por todos los que se dicen ateos, no creyentes o agnósticos, para que sean honrados con sus convicciones y misericordiosos con los que están en necesidad, luchando por su justicia.
- Por todos quienes viven superficialmente alejados de toda convicción seriamente humana y viven indiferentes ante el sufrimiento de los demás. Que reciban el golpe de gracia que les haga despertar de su inhumanidad.
- Por todos los hambrientos, enfermos, inmigrantes y presos. Que reciban la ayuda desinteresada de muchas personas justas, generosas y comprometidas. Que unos y otros reciban la bendición de Dios.
- Por nosotros mismos, para que dejemos de ser el centro de nuestras preocupaciones, y abramos los ojos en la única dirección que da la felicidad: los demás y sus necesidades, en quienes Cristo se hace presente.
Escucha, Padre, nuestras peticiones porque queremos verte allí donde tú quieres hacerte presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario